Cuando combatir transmisiones ilegales se sale de control.
Buenas intenciones han desencadenado un caos digital en España. El intento de las autoridades de frenar las retransmisiones ilegales de los partidos de LaLiga ha terminado bloqueando miles de sitios web completamente inocentes.
La primera división del fútbol español lleva años sufriendo por culpa de las transmisiones pirata. Las cadenas de televisión y plataformas de streaming, que pagan miles de millones por los derechos oficiales, registran importantes pérdidas: cada espectador que elige una emisión ilegal les arrebata ingresos.
En marzo, los titulares de derechos lograron una decisión judicial que prometía cambiar la situación. A raíz de una demanda de LaLiga y el gigante de telecomunicaciones Telefónica, el tribunal autorizó a los proveedores de internet españoles a bloquear de forma masiva las emisiones deportivas no autorizadas. El foco principal se puso en los servidores de Cloudflare, a través de los cuales operan cientos de sitios pirata y servicios IPTV.
Para Telefónica, el asunto es especialmente delicado: la empresa compró recientemente los derechos para transmitir los partidos de LaLiga en España por 1.200 millones de euros (1.360 millones de dólares). A finales de marzo, el presidente de la liga, Javier Tebas, declaró que el fútbol español pierde entre 600 y 700 millones de euros (684–798 millones de dólares) por temporada debido a la piratería online. La propia LaLiga informa que bloquea semanalmente alrededor de 3.000 direcciones IP.
Sin embargo, las medidas a gran escala, aunque eficaces contra los piratas, han traído consecuencias inesperadas. Miles de recursos legítimos, sin relación alguna con retransmisiones deportivas, han quedado inaccesibles para los usuarios.
Un caso llamativo es el del registrador de dominios catalán PuntCAT Foundation, que ayuda a organizaciones e individuos a promover el patrimonio cultural de Cataluña. La empresa ha recibido numerosas quejas de propietarios de sitios que repentinamente quedaron bloqueados durante las retransmisiones, a pesar de no tener vínculo alguno con el fútbol.
“En las últimas semanas, los titulares de dominios .cat nos han informado de restricciones de acceso a sus páginas durante los partidos de LaLiga, aunque dichos sitios no tienen relación alguna con el contenido deportivo”, reza un correo electrónico enviado por el registrador a sus clientes. PuntCAT no descarta emprender acciones legales, aunque por ahora simplemente observa la evolución del caso.
Mientras tanto, los desarrolladores de software no se quedan de brazos cruzados. Según TorrentFreak, ya están creando y publicando en GitHub herramientas para eludir estos bloqueos. ¿Habrá un ganador en esta guerra? Nadie lo sabe.