Lo que una vez parecía extraño de repente se convirtió en la nueva normalidad.
El mundo aún no se ha recuperado del auge viral de las imágenes al estilo del estudio Ghibli, y ya ha surgido una nueva diversión en las redes sociales: los usuarios se convierten en muñecos de plástico, literalmente transformándose en figuras coleccionables completas en cajas, como si fueran sacadas de una estantería de juguetes. La nueva tendencia comenzó en LinkedIn y rápidamente se propagó por Facebook, Instagram y TikTok.
En la versión más popular, las personas crean una réplica de sí mismas en forma de figura de plástico con un conjunto de accesorios: una laptop, un libro y una taza de café — el kit estándar de un trabajador de oficina. Esta variación recibió el nombre de «AI Action Figure» y se convirtió en una especie de continuación de la cultura de oficina en formato digital.
Paralelamente se desarrolla el «Barbie Box Challenge», donde el usuario coloca su imagen en una caja rosa brillante con el logotipo que remite a la muñeca Barbie.
Aunque la tendencia ya ha salido de LinkedIn, todavía no alcanza la popularidad del auge de los retratos al estilo Ghibli. Estos últimos siguen liderando las búsquedas en Google y provocan una reacción mucho más intensa en internet. Sin embargo, con la popularidad también vino la crítica: artistas y fanáticos del estudio plantearon cuestiones sobre derechos de autor y la ética de dichas imágenes. Con esta nueva afición, todo ha estado más tranquilo — tal vez por su menor escala.
Resulta curioso que en cada segunda publicación sobre estas figuras digitales se menciona exclusivamente a ChatGPT, a pesar de que existen muchos generadores de imágenes en el mercado. La última actualización, que añadió la capacidad de generar imágenes a partir de descripciones, resultó tan popular que OpenAI tuvo que limitar el acceso y posponer la conexión de cuentas gratuitas — los servidores no podían manejar la carga.
No obstante, la mayoría de estas publicaciones «de muñecos» permanecen dentro de LinkedIn y son publicadas principalmente por especialistas en marketing o coaches novatos, que aún no han recibido una respuesta amplia. A pesar de su alcance limitado, esta nueva ola de entusiasmo demuestra una vez más: en cuanto aparece algo visualmente impresionante y fácil de usar, ChatGPT se convierte en el principal imán para el usuario masivo.