La Fuerza Aérea de EE. UU. entrena a sus pilotos de una manera completamente nueva.
La empresa estadounidense Top Aces ha desarrollado un sistema de aviones virtuales para el entrenamiento militar. Ahora, un solo caza F-16 podrá simular todo un escuadrón enemigo en combates aéreos de entrenamiento.
Para mantener la preparación operativa, los pilotos deben entrenar regularmente en condiciones lo más cercanas posible a un combate real. Para ello, se llevan a cabo duelos de entrenamiento especiales: algunos pilotos representan a las fuerzas propias, mientras que otros actúan como el enemigo simulado. En la Fuerza Aérea de EE. UU. y en otros países de la OTAN, esta función la desempeñan escuadrones de "agresores", integrados por pilotos experimentados de empresas privadas. Top Aces se convirtió en la primera compañía privada en ofrecer este servicio a la fuerza aérea utilizando cazas F-16.
Hasta ahora, los entrenamientos a gran escala requerían desplegar múltiples aviones tanto del lado de los pilotos en formación como del equipo enemigo. Este proceso es complejo desde el punto de vista técnico y extremadamente costoso.
El nuevo sistema, desarrollado en colaboración con EpiSci, Coherent Technical Services Inc. (CTSi) y Seger Aviation LLC, combina elementos reales y virtuales en un entorno de entrenamiento unificado. El piloto del F-16 que desempeña el papel de adversario ahora no solo controla su propio avión, sino también un grupo de cazas virtuales gestionados por inteligencia artificial.
Estos "fantasmas" aparecen en los radares y sistemas de los pilotos en entrenamiento como objetivos completamente realistas, indistinguibles de los aviones reales. Para engañar los sensores, las aeronaves virtuales han sido integradas en Link-16, una red de comunicación segura utilizada por todas las fuerzas de la OTAN para intercambiar información sobre objetivos, su ubicación y movimiento (coordenadas exactas, dirección y velocidad).
El sistema es especialmente útil para entrenar a las tripulaciones de los cazas de quinta generación más avanzados. En el combate aéreo moderno, los pilotos suelen atacar al enemigo fuera del alcance visual, basándose únicamente en los datos de sus instrumentos. Las amenazas virtuales hacen que el proceso de detección y eliminación de objetivos sea aún más desafiante.
La parte técnica del proyecto ha estado a cargo de CTSi. Sus ingenieros integraron el software de control de los cazas virtuales en los ordenadores de a bordo del F-16, utilizando la arquitectura abierta Advanced Aggressor Mission System (AAMS). El piloto que interpreta al enemigo puede comandar a sus escoltas virtuales de la misma manera que lo haría con compañeros humanos en formación real. Para ello, usa la interfaz estándar HOTAS: todos los comandos necesarios se emiten mediante botones en la palanca de control y el acelerador. El piloto puede ordenar a los cazas virtuales que adopten una posición específica, cambien de formación, ataquen un objetivo o realicen maniobras complejas, todo en medio del ejercicio.
Esta nueva tecnología permitirá a las fuerzas armadas reducir significativamente los costos de entrenamiento. Los pilotos podrán practicar escenarios de combate avanzados con múltiples adversarios sin necesidad de desplegar una gran cantidad de aviones reales.
En sus 20 años de operación, los especialistas de Top Aces han acumulado más de 130 000 horas de vuelo sin incidentes. La empresa no solo entrena a pilotos, sino que también forma a controladores de ataque conjunto (JTAC) para las principales fuerzas aéreas del mundo. Actualmente, poseen la mayor flota de aviones de combate privados en EE. UU., incluyendo cazas F-16, una rareza en el sector comercial.
Como podemos ver, cuando los ejércitos colaboran con empresas privadas para entrenar a sus pilotos, obtienen una doble ventaja: ahorran dinero y preservan la vida útil de sus aviones de combate. Además, tecnologías como los escoltas virtuales hacen que los entrenamientos sean aún más efectivos.