Pável Dúrov confirmó su postura de principios.
El fundador de Telegram, Pável Dúrov, advirtió sobre un nuevo intento de restringir el uso del cifrado de extremo a extremo en Francia. En su declaración informó de que, en marzo, el Senado francés aprobó un proyecto de ley que exigía a los servicios de mensajería incorporar un mecanismo de acceso a los chats de los usuarios para la policía. Sin embargo, la Asamblea Nacional rechazó posteriormente esa ley. No obstante, hace tres días el prefecto de la Policía de París volvió a respaldarla, subrayó Dúrov.
De haber sido aprobada, Francia se habría convertido en el primer Estado en limitar oficialmente el derecho a la correspondencia privada. Incluso en países que muchos europeos consideran no libres, el cifrado no está prohibido. Dúrov explicó que es técnicamente imposible crear una puerta trasera a la que solo tenga acceso la policía: dicho mecanismo podría ser aprovechado por cualquiera, incluidos piratas informáticos y servicios de inteligencia extranjeros. Como consecuencia, toda la correspondencia —también la de los usuarios respetuosos de la ley— quedaría expuesta.
Añadió que la ley, pese a su objetivo declarado de combatir el narcotráfico, no ayudaría a frenar la actividad delictiva. Aun si las grandes aplicaciones de mensajería debilitaban su protección, los delincuentes podrían pasarse a servicios menos conocidos y utilizar VPN para ocultar su presencia.
Telegram, afirmó, no aceptará compromisos: la compañía está dispuesta a abandonar el mercado antes que debilitar el cifrado. En sus 12 años de existencia, la plataforma no ha revelado ni un solo byte de conversaciones privadas. De acuerdo con la legislación de la UE, Telegram solo facilita direcciones IP y números de teléfono de sospechosos previa orden judicial, pero nunca el contenido de los mensajes.
«El mes pasado triunfó la libertad. Pero fue un recordatorio: debemos seguir explicando a los legisladores que el cifrado no se creó para proteger a los criminales, sino para salvaguardar la privacidad y la seguridad de la gente corriente. Perder esa protección sería una tragedia.
La batalla dista mucho de haber terminado. Este mes la Comisión Europea propuso una iniciativa similar para introducir puertas traseras en los servicios de mensajería. Ningún país está a salvo de la lenta erosión de las libertades. Cada día esas libertades se ven atacadas, y cada día debemos defenderlas», concluyó Dúrov.