Alien Tracker no es ciencia ficción, sino un método real de aislamiento digital.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE) está desarrollando una de las bases de datos más grandes en la historia de la agencia, que combinará información de decenas de organismos gubernamentales. Según documentos internos obtenidos por 404 Media, la nueva herramienta llamada ATrac (Alien Tracker) está diseñada para el análisis integral de objetivos migratorios, su geolocalización y la coordinación de acciones de expulsión en un entorno cercano al tiempo real.
ATrac es una plataforma digital geoespacial a través de la cual los agentes de ICE pueden rastrear a personas sospechosas de violar las leyes migratorias, asignar equipos operativos y registrar los resultados: desde arrestos hasta intentos fallidos de localización. En esencia, se trata de un módulo operativo y analítico que simplifica el proceso de identificación, seguimiento y eliminación de migrantes indeseados.
Cada objetivo en ATrac está enriquecido con información del TRSS, una unidad de Thomson Reuters, empresa que ya durante la primera presidencia de Donald Trump fue criticada por su participación en programas de ICE para rastrear e identificar migrantes. Esta vez, Thomson Reuters se negó a comentar sobre su rol actual en el proyecto.
El contexto que rodea a ATrac incluye desarrollos paralelos, según informaron varias fuentes. Por ejemplo, el congresista Gerry Connolly envió una carta al organismo de supervisión del SSA, citando filtraciones internas que revelan que dentro de la agencia DOGE se está trabajando en la creación de una “base maestra” que integraría datos de múltiples agencias, incluyendo biometría e incluso información de registros electorales. También se ha informado que ICE y DOGE buscan acceso a los datos de Medicare.
La empresa Palantir, antigua contratista de ICE, juega un papel clave en el proyecto. Recientemente se reveló que recibió 30 millones de dólares para la ejecución del proyecto ImmigrationOS, que contempla un análisis completo de “poblaciones conocidas”. Según filtraciones de chats internos de Palantir, a finales de 2024 se realizó una sesión intensiva de desarrollo de tres semanas, seguida de seis meses de trabajo en un nuevo prototipo del sistema.
Curiosamente, ICE ya había intentado crear su propia solución —el sistema RAVEn— pero el proyecto fracasó, y la agencia volvió a colaborar con Palantir. Actualmente, es a través de RAVEn que se accede a ATrac. Según evaluaciones oficiales sobre el impacto en la privacidad, RAVEn no reemplaza a los sistemas de investigación tradicionales, sino que está destinado a tareas analíticas más complejas dentro de la división HSI (Investigaciones de Seguridad Nacional).
En su etapa actual, ATrac ya utiliza datos de agencias federales como la Administración del Seguro Social (SSA), el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y el Servicio de Alguaciles de EE. UU. (USMS). Pero ICE no planea detenerse allí. Documentos internos confirman que próximamente se integrarán más organismos, como el Departamento de Trabajo (DOL), el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD), el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) y la Agencia Tributaria (IRS).
Las agencias no respondieron a las solicitudes de los periodistas. Sin embargo, el simple hecho de integrar datos tan diversos como protección social, información fiscal, datos médicos y biometría ha generado inquietud pública. Defensores de derechos humanos temen que este sistema se convierta en un mecanismo de vigilancia y represión sin supervisión ni transparencia ciudadana.
Por la rapidez y ambición del desarrollo, ICE parece buscar no solo una actualización tecnológica, sino una reestructuración total de toda la infraestructura de política migratoria forzosa, apoyándose en los datos más sensibles de millones de personas. Lo que finalmente resulte —un mecanismo eficaz de cumplimiento de la ley o un sistema digital de aislamiento masivo— lo dirá el futuro próximo.