Escanea, carga, deporta: expulsiones al estilo Amazon

Escanea, carga, deporta: expulsiones al estilo Amazon

El jefe de la policía migratoria describió el futuro ideal de Estados Unidos.

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El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE) pagó recientemente casi 30 millones de dólares a la empresa Palantir para actualizar un sistema clave de análisis de datos utilizado en investigaciones migratorias.

Según la documentación contractual, se trata de una mejora de la plataforma Investigative Case Management (ICM), que ahora incluirá capacidades para el análisis completo de categorías conocidas de migrantes y nuevos algoritmos para priorizar detenciones y deportaciones. ICM forma parte de un contrato quinquenal por 90 millones de dólares firmado en 2022. Las organizaciones de derechos humanos expresan su preocupación por el fortalecimiento de la vigilancia masiva y posibles violaciones de derechos.

La versión actualizada de ICM se integra con varias otras bases de datos del Departamento de Seguridad Nacional y agencias federales, incluyendo SEVIA —una base de datos sobre personas con visas estudiantiles—, herramientas de geolocalización de ICE y otras fuentes. En el pasado, periodistas ya señalaron que el sistema también está conectado con bases del FBI, la CIA, la DEA y la ATF. Así, ICE accede a información detallada sobre cada persona, incluyendo datos laborales, número de seguro social, licencia de conducir, historial de bancarrota, apariencia física, raza, color de ojos e incluso tatuajes.

Estos cambios coinciden con un endurecimiento de la política de deportaciones. Recientemente, ICE realizó varias detenciones mediáticas, incluyendo la de un estudiante con tarjeta verde en su entrevista de naturalización y la de una mujer sin pruebas de vínculos con Hamás, a pesar de desmentidos del Departamento de Estado. El actual director de ICE, Todd Lyons, declaró en una conferencia sobre seguridad fronteriza que su ideal es “un sistema donde los vehículos de ICE circulen por las ciudades como las furgonetas de Amazon recogiendo a los indocumentados”.

El contrato del 11 de abril menciona expresamente la incorporación de “seguimiento de autodeportaciones” y nuevos algoritmos para priorizar acciones. Esto genera gran preocupación entre defensores de derechos humanos, quienes advierten que Palantir está dotando a ICE de herramientas susceptibles de ser usadas para automatizar violaciones a los derechos. Según EPIC, los documentos contienen formulaciones vagas que encubren tecnologías de vigilancia y presión sistemática sobre poblaciones vulnerables. Un portavoz de la empresa subrayó que el derecho a un juicio justo está garantizado para todos en EE. UU., independientemente de su ciudadanía.

Abogados también señalan que, en el contexto de la retórica pública de Palantir —donde la empresa llama a “devolver el sentido a Occidente” y a “construir lo que realmente importa”—, la firma de contratos con ICE adquiere una carga política particular. Sostienen que las formulaciones del contrato representan una señal clara de la disposición de Palantir a ejecutar iniciativas migratorias racistas e inhumanas.

Cabe destacar que un contrato anterior, firmado en marzo, también se refería a “análisis de datos y seguimiento de objetivos”, pero de forma más sutil. Sin embargo, los documentos más recientes revelan un cambio evidente de tono y una inclinación técnica hacia una práctica automatizada y estricta de deportaciones, lo que alarma a organizaciones de derechos humanos y observadores públicos.

Al momento de la publicación, ni Palantir ni ICE respondieron a las solicitudes de comentarios. Mientras tanto, se observa una tendencia clara: las agencias gubernamentales recurren cada vez más a contratistas tecnológicos para implementar programas polémicos desde el punto de vista de los derechos humanos, amparándose en declaraciones vagas y promesas de seguridad.

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