El FBI “perdió” pruebas de la compra gubernamental de herramientas de hackeo: ¿lo creemos?

El FBI “perdió” pruebas de la compra gubernamental de herramientas de hackeo: ¿lo creemos?

El contrato desapareció, pero el dinero era real.

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El Buró Federal de Investigaciones de EE. UU. declaró que no puede encontrar los documentos relacionados con la compra de herramientas de hackeo, a pesar de haber gastado más de 250 mil dólares en ellas. Estas transacciones estaban previamente disponibles en la base pública de adquisiciones del gobierno, pero luego desaparecieron sin dejar rastro.

El caso vuelve a subrayar cuán opaca sigue siendo la actividad del FBI en lo que respecta a intrusiones digitales. La agencia ya ha utilizado tecnologías clasificadas en casos penales ordinarios, se ha negado a revelar detalles de operaciones cibernéticas a los acusados y ha adquirido herramientas de vigilancia a proveedores privados. Pero la situación con los registros desaparecidos generó una preocupación especial incluso entre los observadores más experimentados del gasto público.

La solicitud de información, presentada bajo la Ley de Libertad de Información (FOIA) de EE. UU., se refería a un contrato de adquisición de herramientas de hackeo a la organización benéfica The Innocent Lives Foundation, dedicada a combatir delitos contra menores. El monto indicado de la operación fue de 250 mil dólares. Según representantes del FBI, durante una revisión inicial sí se encontraron los registros correspondientes, pero después “no estaban en los lugares esperados”. Una búsqueda repetida tampoco dio resultados. Como consecuencia, los documentos no pudieron ser examinados y, por lo tanto, no se pudo determinar si cumplían con los parámetros de la solicitud.

El hecho de que el contrato estuviera inicialmente en la base pública de adquisiciones y desapareciera sólo después de que los medios se enteraran de él resulta especialmente sospechoso. Además, en la solicitud FOIA se incluyó el número único del contrato, lo que debería haber facilitado la búsqueda. Sin embargo, incluso con todos los identificadores, el FBI no pudo (o no quiso) proporcionar la información.

Anteriormente, al comentar sobre la eliminación del contrato de la base gubernamental, el asesor legal de la organización independiente Project on Government Oversight, Scott Amey, subrayó: “La transparencia del gasto público es la base para el control del uso eficiente de los recursos de los contribuyentes. Sí, estas bases pueden tener demoras temporales e información incompleta, pero los ciudadanos tienen derecho a saber qué compra el gobierno y por cuánto. Y el Congreso está obligado a fortalecer las leyes que regulan la transparencia en el ámbito de las adquisiciones”.

Al momento de la publicación, el FBI no había emitido ningún comentario oficial sobre los documentos desaparecidos.

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