Comparativa exhaustiva paso a paso de un ataque a una aplicación web sin un Application Firewall (AF) y la misma prueba con AF activo.
¿Puede un Application Firewall (AF) marcar la diferencia entre “Houston, tenemos un problema” y “Ni nos enteramos del intento de ataque”? Para averiguarlo montamos un laboratorio bicéfalo: un entorno vulnerable “a pelo” y otro exactamente igual, pero protegido con AF. A continuación, destripamos los resultados con lupa… y con métricas.
No hay brecha sin puerta. Repasemos las que más consultan los intrusos —sí, casi todas figuran en la OWASP Top 10, pero conviene recordarlas con ejemplos de la vida real.
xp_cmdshell
.PUT /v1/users/42
sin control de autorización hace llorar al área de compliance.Montamos dos instancias de la misma aplicación —honestamente vulnerable— sobre contenedores idénticos. En la primera, abrimos el puerto 443 sin más. En la segunda, instalamos y configuramos un AF moderno (reglas para OWASP Top 10, aprendizaje automático y validación de cabeceras).
Durante 24 horas lanzamos la artillería habitual de un atacante de “script‑kiddie” con toques de pentester profesional:
nmap
, feroxbuster
y mapeo de API con postman
.sqlmap
.XXE
y LFI
“manuales” para exfiltrar /etc/passwd
.hydra
y credenciales filtradas.
En el entorno desprotegido bastó un UNION SELECT
para obtener la base de usuarios en menos de cinco minutos. Después, un trivial path traversal expuso el archivo de configuración con las claves de la base de datos. Un jueves cualquiera, vaya.
Además, el bombardeo de peticiones elevó el uso de CPU al 98 % y la aplicación se volvió intermitente. Mientras, los logs rebosaban de errores 500 que jamás fueron detectados a tiempo por el equipo de operaciones.
Activamos el AF y repetimos la misma secuencia de ataques. El escenario cambió radicalmente:
¿Magia? No. Tres pilares:
41 % de los ataques de capa L7 se quedan en la puerta gracias a un WAF: ese es el porcentaje de tráfico malicioso mitigado por la tecnología WAF en la red mundial de Cloudflare durante 2023, frente al 52 % absorbido por soluciones específicas de DDoS. :contentReference[oaicite:0]{index=0}
USD 2,22 millones de ahorro medio en el coste de una brecha cuando se aplican IA y automatización de seguridad —categoría en la que los WAF modernos encajan como anillo al dedo— según el Cost of a Data Breach Report 2024 de IBM. :contentReference[oaicite:1]{index=1}
En nuestro laboratorio, las cifras internas fueron aún más contundentes:
Instalar un WAF y dejarlo con la configuración por defecto es como comprarse un coche y no aprender a aparcar en batería. Tres consejos para que el AF rinda al máximo:
Sí, y no lo decimos nosotros: lo dicen las métricas y la cuenta de resultados. Sin AF, un atacante amateur tardó minutos en hacerse con datos sensibles. Con AF, ni los scripts automatizados ni la avalancha de peticiones lograron su objetivo. Los números globales (41 % de tráficos maliciosos bloqueados y millones de dólares ahorrados) respaldan la inversión. Y, como guinda, productos como PT Application Firewall integran toda esta inteligencia en un solo clic.
Moraleja para equipos de seguridad y DevOps: si tu aplicación web genera negocio, dejarla sin AF equivale a conducir sin cinturón. Algún día, la colisión llegará. Mejor tener airbags que estadísticas.