En EE.UU., llaman a boicotear a la empresa por la amenaza a la seguridad nacional.
Una investigación de WIRED reveló que el ecosistema publicitario de Google permite a grandes marcas acceder a información sensible sobre los estadounidenses, a pesar de las declaraciones públicas de la compañía sobre la prohibición de estas prácticas. Los expertos advierten que la combinación de estos datos con otras fuentes puede permitir la identificación de personas y sus actividades.
La plataforma Display & Video 360 (DV360), una herramienta clave de publicidad de Google, ofrece a empresas de todo el mundo la posibilidad de segmentar a los usuarios de EE.UU. en base a listas de internautas sospechosos de padecer enfermedades crónicas o dificultades financieras. Según las normas de Google, estos datos no deberían estar disponibles para los anunciantes, pero en la práctica siguen siendo parte de la infraestructura publicitaria.
Entre las listas detectadas se encuentran algunas que podrían representar una amenaza para la seguridad nacional. Esta información permite identificar dispositivos móviles pertenecientes a funcionarios del gobierno de EE.UU., incluidos jueces, militares, empleados de agencias federales y del Congreso. Estos segmentos son cargados en el sistema por clientes de DV360 y quedan accesibles para otros anunciantes.
Los datos obtenidos por WIRED, recopilados por el Consejo Irlandés de Libertades Civiles (ICCL), incluyen cientos de millones de identificadores móviles de usuarios, clasificados según diversas características médicas y financieras. Entre ellos hay listas de personas con enfermedades cardiovasculares, asma, diabetes y usuarios que toman ciertos medicamentos recetados, como Ambien (Zolpidem).
Google afirma que su política prohíbe el uso de segmentos publicitarios basados en información sensible. Sin embargo, ante preguntas concretas sobre la disponibilidad de listas con estos datos, los representantes de la empresa evitaron dar respuestas detalladas. Los expertos destacan que Google no identifica ni bloquea automáticamente dichos segmentos.
Especial preocupación generan las listas con datos de funcionarios gubernamentales. Una de ellas incluye empleados que toman decisiones clave en seguridad nacional, mientras que otra se centra en trabajadores de empresas registradas en el Departamento de Estado para la producción y exportación de tecnologías de defensa.
Según los expertos, estos datos pueden ser de interés para agencias de inteligencia extranjeras. Utilizando técnicas de análisis inverso, actores malintencionados podrían identificar y rastrear a personas concretas. Un informe de la comunidad de inteligencia de EE.UU., desclasificado en 2023, advirtió que los datos comerciales pueden utilizarse para "exponer identidades, perseguir y extorsionar" a individuos.
La investigación también mostró lo fácil que es acceder a estos datos. Un representante de ICCL registró una "empresa de análisis" ficticia con un sitio web básico. Este perfil falso le permitió obtener fácilmente acceso a segmentos publicitarios con datos sensibles sobre ciudadanos estadounidenses.
Revelaciones similares ya han dado lugar a demandas. En 2024, la Comisión Federal de Comercio (FTC) demandó a la empresa Mobilewalla por vender listas de usuarios que visitaron centros médicos y refugios para víctimas de violencia doméstica. En una queja similar contra Google, presentada por ICCL y el centro EPIC, se afirma que la empresa "proporciona datos sobre líderes de EE.UU. y empleados del sector de defensa a gobiernos extranjeros", lo que supone una "crisis de seguridad nacional".
En respuesta, Google afirmó que ha suspendido la colaboración con empresas rusas y ha implementado un nuevo sistema para restringir el acceso a datos por parte de organizaciones chinas. Sin embargo, los expertos advierten que estas medidas no eliminan el riesgo de filtraciones a través de intermediarios.
El senador Ron Wyden expresó su indignación por las actividades de Google al proporcionar a empresas extranjeras acceso a datos de militares y agentes de inteligencia de EE.UU. También instó a las agencias federales a cesar la cooperación con Google hasta que la empresa elimine la amenaza a la seguridad nacional.
Google ya atrajo la atención de los reguladores y defensores de la privacidad con un nuevo método de rastreo de usuarios. En lugar de cookies tradicionales, la compañía ha adoptado la huella digital (fingerprint), lo que hace que el anonimato en la red sea prácticamente inalcanzable.