De residuos a riqueza: discos duros descartados se convierten en el as bajo la manga de Trump

De residuos a riqueza: discos duros descartados se convierten en el as bajo la manga de Trump

Los estadounidenses encuentran una respuesta inesperada a las sanciones chinas.

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La guerra comercial entre EE. UU. y China ha alcanzado un nuevo punto crítico: el 4 de abril, Pekín impuso restricciones a la exportación de siete elementos clave de tierras raras y sus imanes. A partir de ahora, la exportación de estos materiales estratégicos requerirá una licencia especial, lo que ralentizará considerablemente los envíos. Esta decisión fue una respuesta directa a los aranceles punitivos de EE. UU., que recientemente alcanzaron un nivel sin precedentes del 245 %.

La situación resulta especialmente incómoda para Estados Unidos, ya que más de la mitad de los materiales de tierras raras que necesita el país provienen precisamente de China. Sin embargo, un grupo de empresas estadounidenses ya ha encontrado una posible solución al problema: transformar equipos desechados de centros de datos en una fuente confiable y ecológica de recursos valiosos.

Este primer experimento de su tipo unió los esfuerzos de los gigantes tecnológicos Western Digital y Microsoft con las empresas Critical Materials Recycling y PedalPoint Recycling. Los participantes del proyecto reciclaron casi 23 toneladas de discos duros y equipos de servidor fuera de servicio. En lugar de utilizar ácidos agresivos que dañan la estructura de los materiales, los especialistas aplicaron un método innovador de disolución química suave. Esta nueva tecnología permite separar los componentes sin dañar los metales valiosos y sin generar residuos tóxicos.

Los expertos lograron extraer del "basurero" neodimio, praseodimio y disprosio —elementos de tierras raras cruciales para la industria moderna. Además, el proceso permitió recuperar oro, cobre, aluminio y acero de alta pureza, que ya se están integrando en las cadenas de producción de vehículos eléctricos, turbinas eólicas y electrónica avanzada.

El método de disolución sin ácidos (ADR) realmente ha demostrado una eficiencia impresionante: del material de entrada se logra extraer el 90 % de los metales de tierras raras y básicos, y la tasa total de recuperación alcanza el 80 % en masa. Según los estudios, en comparación con la minería y refinamiento tradicionales, esta nueva estrategia reduce las emisiones de gases de efecto invernadero en un 95 %.

Para el experimento, Microsoft proporcionó equipos antiguos de sus centros de datos en todo el país. Según Chuck Graham, vicepresidente corporativo de la empresa, los resultados superaron las expectativas: ahora saben cómo convertir la eliminación de unidades de almacenamiento obsoletas en una práctica rentable y sostenible, lista para escalarse a nivel industrial.

La importancia del proyecto va mucho más allá de la responsabilidad ecológica corporativa. La demanda de discos duros crece junto con el desarrollo de la inteligencia artificial. Establecer una cadena completa de producción de óxidos de tierras raras dentro del país refuerza la seguridad nacional y reduce la dependencia de mercados globales inestables. En un escenario de tensión geopolítica creciente, esto se convierte en una cuestión de supervivencia para toda la industria tecnológica de EE. UU. —ni más ni menos.

“En apenas ocho años pasamos del tubo de ensayo a la planta industrial —es un logro extraordinario”, afirma Tom Lograsso, director del CMI Hub.

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