El segundo privado, pero el primero exitoso: Blue Ghost realizó un aterrizaje perfecto en la Luna

El segundo privado, pero el primero exitoso: Blue Ghost realizó un aterrizaje perfecto en la Luna

La nave está lista para iniciar su misión científica de dos semanas.

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La empresa estadounidense Firefly Aerospace logró, en su primer intento, realizar un aterrizaje suave en la Luna. La nave Blue Ghost, del tamaño de un automóvil compacto, tocó la superficie en la zona de un antiguo cráter volcánico en el Mar de Crisis, una vasta llanura en la parte noreste del lado visible del satélite natural de la Tierra.

En el momento del histórico evento (3:35, hora del este de EE. UU.), reinó un silencio absoluto en el centro de control de vuelo en Austin. Los empleados contuvieron la respiración mientras observaban cómo la nave espacial se acercaba a su objetivo a una velocidad de aproximadamente tres kilómetros por hora. El ingeniero jefe del proyecto, Will Coogan, confirmó la entrada de Blue Ghost en la gravedad lunar y, momentos después, anunció su exitoso alunizaje.

El logro de Firefly se convirtió en el segundo en la historia de la exploración espacial privada, pero el primero completamente exitoso. El año pasado, la nave Odysseus de la empresa Intuitive Machines realizó un aterrizaje irregular, lo que provocó el fallo de la mayoría de los instrumentos científicos a bordo.

Hasta ahora, solo cinco países habían logrado realizar un aterrizaje suave en la superficie lunar: la Unión Soviética, Estados Unidos, China, India y Japón. Actualmente, especialistas estadounidenses y chinos se preparan para enviar astronautas a la Luna, con las primeras misiones tripuladas programadas para 2027 y 2030, respectivamente. Ambos países están involucrando activamente a aliados y empresas privadas en el desarrollo de tecnología espacial.

El viaje de Blue Ghost hasta su destino no fue fácil: la nave orbitó la Tierra tres veces, recorriendo alrededor de 4,5 millones de kilómetros. A pesar de que la Luna se encuentra a 383 000 kilómetros de distancia, la nave tardó un mes y medio en llegar tras su lanzamiento desde el Centro Espacial Kennedy a bordo de un cohete de SpaceX.

A bordo, Blue Ghost transporta diez instrumentos científicos, alimentados por tres paneles solares. Durante dos semanas, hasta la llegada de la noche lunar con temperaturas de hasta -173 grados Celsius, los equipos de Honeybee Robotics analizarán la composición del suelo y la temperatura bajo la superficie. Honeybee Robotics es propiedad de Blue Origin, empresa que desarrolla su propio módulo de aterrizaje para la misión Artemis de la NASA. Además, una cámara estereoscópica del Centro de Investigación Langley de la NASA estudiará las nubes de polvo levantadas durante el aterrizaje, proporcionando datos cruciales para predecir el comportamiento del regolito en futuras expediciones a gran escala.

La misión Blue Ghost es una de las tres exploraciones lunares en curso. En enero, la empresa japonesa ispace lanzó su segundo módulo de aterrizaje en el mismo cohete, y el miércoles, Intuitive Machines inició su segundo intento de alcanzar la superficie lunar.

El proyecto se lleva a cabo bajo el programa Commercial Lunar Payload Services (CLPS) de la NASA, con un presupuesto de 101 millones de dólares. Su objetivo es impulsar el sector privado en la exploración lunar y reducir el costo de futuras misiones.

Cada vez más participantes se unen a la carrera lunar. Japón e India, aliados de Estados Unidos, desarrollan sus propios programas espaciales; India ya logró su primer aterrizaje suave en 2023. Muchos países están adoptando el modelo de la NASA para el desarrollo de vuelos espaciales comerciales: India está invirtiendo en el sector espacial privado, mientras que Europa financia varias empresas emergentes que desarrollan cohetes de lanzamiento.

Mientras tanto, la industria espacial estadounidense atraviesa un periodo de cierta incertidumbre. Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, las prioridades del país podrían cambiar hacia Marte, un objetivo respaldado por el director de SpaceX y aliado del nuevo presidente, Elon Musk. Sin embargo, durante la ceremonia de aterrizaje de Blue Ghost, la administradora interina de la NASA, Janet Petro, enfatizó que la Luna sigue siendo una parte fundamental del objetivo estadounidense de "dominar" el espacio.

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