El grupo Lazarus ha encontrado una nueva forma de borrar sus huellas.
Los atacantes de Bybit han comenzado a lavar parte de los fondos robados a través de memecoins. Los expertos afirman que en la operación está involucrado el grupo norcoreano Lazarus.
Lazarus está utilizando la plataforma Pump.fun en la blockchain de Solana para blanquear los activos sustraídos. La investigación reveló que el grupo transfirió 50 SOL (unos $8000) a una billetera vinculada al lanzamiento del token QinShihuang. En poco tiempo, su capitalización alcanzó los $3 millones y el volumen de operaciones en 24 horas superó los $44 millones.
Lanzamiento de QinShihuang (@crptAtlas)
Los expertos explican que los hackers atrajeron liquidez real de los usuarios de Pump.fun, mezclándola con los fondos robados. Una vez que los activos alcanzaron un volumen suficiente, los atacantes vendieron los tokens, retiraron las ganancias y distribuyeron los fondos en múltiples billeteras, dificultando su rastreo.
Aunque la cantidad blanqueada es significativamente menor que los $1,46 mil millones robados , los analistas advierten que esto podría ser solo una operación de prueba. Si el método resulta efectivo, es probable que Lazarus lo siga utilizando en el futuro.
Un representante de Coinbase señaló otro incidente: alguien envió a Corea del Norte el memecoin "Lazerus", que luego fue intercambiado por miles de dólares en SOL. El especialista recordó a los criptotraders que cualquier transacción financiera con Corea del Norte constituye un delito internacional.
Una investigación adicional mostró que Lazarus podría estar detrás de múltiples lanzamientos de memecoins a través de Pump.fun. El investigador ZachXBT, quien previamente demostró la implicación del grupo en el hackeo de Bybit, identificó más de 920 billeteras que recibieron fondos de los activos robados. Posteriormente, todos los tokens fueron transferidos a diversas plataformas de intercambio y servicios.
Los analistas destacan que el uso de memecoins y plataformas DeFi se está convirtiendo en una táctica cada vez más popular para lavar fondos robados. Sin embargo, el creciente escrutinio por parte de las autoridades y expertos en ciberseguridad podría dificultar que los hackers continúen empleando estos esquemas en el futuro.