Los atacantes están encontrando nuevas formas de eludir la moderación y pasar desapercibidos.
En la red social Threads se ha detectado una campaña fraudulenta de una audacia sin precedentes: los delincuentes están vendiendo abiertamente datos financieros robados de los usuarios en la plataforma. La investigadora de SpyCloud, Kayla Cardona, informó que encontró estas publicaciones mientras navegaba por el feed. Las publicaciones contienen nombres de titulares de tarjetas, números de tarjetas, códigos CVV, códigos PIN, direcciones, contraseñas y otra información personal que puede utilizarse para fraudes y ciberataques.
«Estos datos constituyen un kit completo para el ciberdelito, incluyendo phishing, fraudes y robo de identidad», señaló Cardona.
Meta confirmó que tiene conocimiento de estas infracciones y está trabajando para resolver el problema, aunque los investigadores advierten que la magnitud del problema sigue creciendo. Los expertos de SpyCloud identificaron al menos 15 cuentas con más de 12,000 seguidores que distribuyen activamente datos financieros y personales.
Otra especialista en seguridad, Aurora Johnson, añadió que también ha encontrado anuncios similares en Instagram, lo que sugiere que los algoritmos de Meta están promoviendo este tipo de contenido. «Estas cuentas llevan meses activas, y Meta podría implementar herramientas automáticas para detectar tales publicaciones», subrayó Johnson.
Los delincuentes también utilizan encuestas en Threads para verificar la validez de las tarjetas robadas, con el fin de identificar cuáles son aceptadas con éxito. Algunas publicaciones redirigen a los usuarios a Telegram, donde los datos completos se venden por precios que oscilan entre $3.5 y $65. Sin embargo, tras el reciente arresto del fundador de Telegram, Pável Dúrov, en Francia y el aumento de medidas contra los delincuentes en esa plataforma, los estafadores han comenzado a migrar a Threads y otros sitios.
De este modo, queda claro que Telegram está perdiendo relevancia en el entorno delictivo, mientras los delincuentes buscan activamente nuevas plataformas. Mientras algunos servicios refuerzan sus controles, otros se convierten en nuevos escenarios para los fraudes. La lucha contra las filtraciones de datos requiere no solo tecnología, sino también atención constante, pues de lo contrario, las fronteras entre seguridad y amenaza seguirán desdibujándose.