Ancianos contra scripts: el FBI lucha contra las pérdidas.
La cantidad de ciberdelitos en 2024 batió todos los récords, y las pérdidas para empresas y particulares alcanzaron proporciones asombrosas. Así lo indica el informe anual del Centro de Quejas por Delitos en Internet (IC3), operado por el FBI. Durante el año, el organismo recibió casi 860.000 denuncias — un 33% más que en 2023.
Los daños ocasionados por estafadores y hackers en 2024 se estiman en 16,6 mil millones de dólares — la cifra más alta desde la creación del centro en el año 2000. Solo en los últimos cinco años, el IC3 ha registrado 4,2 millones de denuncias por un total de 50,5 mil millones en pérdidas.
El fraude sigue siendo la principal fuente de pérdidas, y entre las amenazas a infraestructuras críticas, el ransomware vuelve a ocupar el primer lugar. Las denuncias relacionadas con ataques de ransomware aumentaron un 9%, sumando 3.165 incidentes, casi la mitad de todos los casos registrados en esta categoría. El FBI subraya que, a pesar de las medidas activas contra los delincuentes, la escala de las amenazas sigue creciendo.
El informe presta especial atención a la lucha contra el grupo LockBit, uno de los más activos en ataques de ransomware. En los últimos dos años, la agencia proporcionó a las víctimas más de 1.000 claves de descifrado, ayudándolas a evitar pagos por un valor superior a los 800 millones de dólares. Sin embargo, el FBI advierte que las cifras reales podrían ser aún mayores, ya que muchas víctimas no reportan los delitos.
Entre las razones de este aumento, el FBI señala la creciente digitalización de la vida y una mayor concienciación de los ciudadanos, que ahora acuden al FBI con más frecuencia. El informe también se detiene en las estafas internacionales: una parte importante de los ataques se origina en centros de llamadas en la India y Ghana, desde donde se propagan diversas formas de ciberdelitos. Combatir estas redes se considera una prioridad nacional, aunque no se han revelado acciones concretas al respecto.
En total, el IC3 registró 859.532 denuncias, de las cuales más de una cuarta parte —256.256— implicaron pérdidas económicas reales. El daño promedio fue de 19.372 dólares. El grupo más vulnerable sigue siendo el de los ciudadanos mayores: se recibieron 147.127 quejas de personas mayores de 60 años, con pérdidas acumuladas de 4,8 mil millones de dólares.
La forma de ataque más común sigue siendo el phishing y sus variantes, con casi 200.000 denuncias. Le siguen casos de extorsión (86.000), filtraciones de datos personales (casi 65.000), fraudes con productos y servicios impagados (alrededor de 50.000) y estafas de inversión (más de 47.000 casos).
La agencia también alertó sobre un nuevo tipo de estafa: delincuentes que se hacen pasar por empleados del IC3 ofreciendo ayuda para recuperar el dinero robado, cuando en realidad buscan extraer aún más fondos de las víctimas. Según analistas, ante el creciente prestigio del IC3, los estafadores utilizan su nombre para idear nuevas artimañas.
El FBI recalca que las ciberamenazas son cada vez más sofisticadas y extensas, y que solo es posible combatirlas mediante la concienciación colectiva, la colaboración activa con las víctimas y la coordinación internacional.