El gobierno intensifica la represión digital durante el período electoral.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, continúa endureciendo sus métodos de gobierno, utilizando la tecnología para reprimir la disidencia y restringir el acceso a la información. Más de 100 organizaciones de la sociedad civil y defensores de derechos humanos firmaron una carta abierta informando sobre el bloqueo de 62 medios de comunicación.
La situación de represión digital y violación de derechos humanos en Venezuela se agravó significativamente durante y después de las elecciones presidenciales del 28 de julio, que muchos consideran fraudulentas.
VEsinFiltro, una organización que monitorea la censura en internet en el país, descubrió 12 nuevos casos de bloqueo de sitios de medios y organizaciones de derechos humanos, así como de VPN. Según Access Now, además de los 62 medios bloqueados, los principales proveedores de internet del país también fueron desconectados, afectando a 86 dominios. El día anterior a las elecciones, los sitios wikipedia[.]org y es.wikipedia[.]org también fueron bloqueados.
VEsinFiltro también confirmó restricciones de acceso al sitio web del Consejo Nacional Electoral, que contenía datos oficiales sobre las elecciones presidenciales. El sitio no se pudo abrir ni dentro ni fuera de Venezuela.
Según algunos informes, desde 2016, la empresa china ZTE ha proporcionado a Venezuela tecnología avanzada de vigilancia. Maduro también confirmó la disponibilidad de tecnología para hackear teléfonos desarrollada por la firma israelí Cellebrite.
Las autoridades venezolanas utilizan la aplicación estatal VenApp para recopilar informes sobre figuras de la oposición. Además, se emplea activamente la videovigilancia y los drones para espiar a los ciudadanos. El programa de vigilancia se acompaña de la operación estatal "Knock-Knock", que facilita la denuncia y detención arbitraria de activistas, periodistas y ciudadanos comunes.
Según Reuters, tres grupos de derechos humanos informaron que las fuerzas de seguridad persiguen y arrestan a manifestantes, incluidos menores de edad, sin permitirles consultar a abogados. En total, más de 2000 personas han sido arrestadas, incluyendo 20 muertes y, según Access Now, al menos 25 personas han desaparecido.