El dinero fácil desaparece junto con el último voltaje en los cables.
Las autoridades de Tailandia han decidido cortar completamente el suministro eléctrico en varias zonas fronterizas con Myanmar para frenar la actividad de los centros de estafa que atraen a personas y las obligan a trabajar en operaciones ilegales en línea. Así lo anunció el 4 de febrero el viceprimer ministro del país, Phumtham Wechayachai.
Según datos de la ONU, cientos de miles de personas han sido víctimas de grupos delictivos organizados y han sido forzadas a trabajar en centros de estafa en toda la región del sudeste asiático, incluyendo la frontera entre Tailandia y Myanmar. En un informe de la ONU de 2023 se menciona que estas operaciones generan miles de millones de dólares al año.
“Debemos tomar medidas de inmediato y cortar el suministro de electricidad”, señaló Wechayachai, agregando que las instrucciones pertinentes ya han sido enviadas a las compañías de energía provinciales. La atención sobre estos centros aumentó tras el reciente secuestro del actor chino Wang Xing, quien llegó a Tailandia en enero y poco después fue encontrado por la policía tailandesa en Myanmar.
Tailandia está preocupada por el impacto de este problema en la industria turística, especialmente debido a los recientes incidentes con ciudadanos chinos, que constituyen una fuente clave de turistas para el país. La primera ministra, Paetongtarn Shinawatra, declaró que planea discutir con el Consejo de Seguridad Nacional medidas para combatir los centros de estafa, incluyendo el corte del suministro eléctrico.
“Esta situación ha afectado gravemente la reputación del país y ha perjudicado a muchos ciudadanos”, dijo Shinawatra. Señaló que si no hay dudas tras la discusión, el corte de energía podría llevarse a cabo hoy mismo.
El jefe del Consejo de Seguridad Nacional confirmó recientemente que las redes delictivas transnacionales operan activamente en las zonas de Tachilek, Myawaddy y Payathonzu en Myanmar, donde el suministro de electricidad podría ser interrumpido.
Los medios locales de Myanmar mencionaron en enero la actividad de los centros de estafa, señalando que el principal suministro de electricidad e internet para estos establecimientos no proviene de Myanmar, sino del extranjero. Las autoridades de Myanmar han repatriado desde octubre de 2023 a más de 55 000 extranjeros, principalmente ciudadanos chinos, que fueron obligados a trabajar en estos centros.
Los esquemas delictivos se adaptan constantemente a nuevas condiciones, pero las medidas decisivas por parte de los Estados demuestran que la tecnología utilizada por los delincuentes puede volverse en su contra. Cuando el crimen se vuelve global, la lucha contra él requiere no solo fuerza, sino también un enfoque estratégico.