Control total en nombre de la seguridad.
La directora de Europol, Catherine De Bolle, busca persuadir a las grandes empresas tecnológicas para que intensifiquen su colaboración con las autoridades en temas de cifrado. Según ella, la negativa a colaborar en este ámbito podría poner en riesgo la democracia europea.
Esta semana, durante el Foro Económico Mundial en Davos, De Bolle se reunirá con representantes de gigantes tecnológicos. La directora de Europol considera que las empresas tienen una "responsabilidad social" de proporcionar acceso policial a los mensajes cifrados de los delincuentes que se esconden tras el anonimato.
«La anonimidad no es un derecho fundamental», declaró la directora ejecutiva de la agencia policial de la UE. Comparó la situación con un allanamiento: que la policía no pueda entrar en una casa con una orden judicial, a pesar de tener información sobre un delincuente en su interior, es inaceptable para la sociedad. Según ella, en el ámbito digital, es necesario descifrar mensajes para combatir el crimen. «Sin ello, no será posible garantizar los principios democráticos», añadió.
Sin embargo, la postura de Europol genera fuertes críticas de defensores de los derechos digitales. Argumentan que la anonimidad es un componente esencial del derecho a la libertad de expresión, respaldado por decisiones de tribunales superiores. Los expertos técnicos también advierten que la creación de puertas traseras en sistemas de cifrado podría llevar a la proliferación de aplicaciones realmente seguras en el mercado negro, usadas por delincuentes, mientras los ciudadanos quedarían vulnerables a la vigilancia.
El conflicto entre empresas tecnológicas y cuerpos de seguridad se centra en el uso del cifrado de extremo a extremo en aplicaciones de mensajería, que dificulta la obtención de pruebas en investigaciones. En abril pasado, jefes policiales europeos instaron a los gobiernos y a la industria a tomar medidas urgentes al respecto.
Apple, Meta* (propietaria de WhatsApp) y Signal han rechazado sistemáticamente los intentos de interferir en sus sistemas de cifrado, argumentando que comprometería la privacidad y seguridad de los usuarios. Apple había iniciado esfuerzos para colaborar en la lucha contra delitos en línea, pero las iniciativas fueron canceladas debido a las protestas de defensores de la privacidad.
Algunos países de la UE, como Alemania, se muestran escépticos respecto al aumento del acceso policial a mensajes privados, lo que ha retrasado la aprobación de leyes contra el abuso sexual infantil.
Europol, que apoya a los estados en la lucha contra delitos graves como terrorismo, narcotráfico y fraude, ha duplicado su personal bajo la dirección de De Bolle, alcanzando los 1,700 empleados. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció planes para ampliar aún más la plantilla y fortalecer el mandato de la agencia.
El año pasado, Europol demostró su eficacia participando en la desarticulación del grupo LockBit , especializado en ransomware. También desempeñó un papel clave en la lucha contra el narcotráfico al descifrar mensajes de servicios criminales como EncroChat y Sky ECC , lo que resultó en miles de arrestos. En Bélgica, más de 100 personas fueron condenadas en el mayor juicio penal basado en pruebas extraídas de mensajes descifrados de Sky ECC. Según De Bolle, hay muchos casos similares pendientes relacionados con estos servicios.
En marzo, Europol publicará una evaluación cuatrienal de las principales amenazas de la delincuencia organizada en la UE, incluida información sobre interferencias externas. De Bolle también promueve un mayor uso de la inteligencia artificial en investigaciones y el estudio de "amenazas híbridas".