Cómo los delincuentes modernos reclutan a los jóvenes en internet.
Un nuevo informe de Europol muestra que el crimen organizado en Europa no solo cambia por fuera, sino también en su estructura interna. Las bandas criminales se vuelven más complejas, actúan a nivel global y utilizan cada vez más tecnologías digitales e inteligencia artificial. Esto las hace más peligrosas y menos vulnerables para las fuerzas del orden.
La principal conclusión del documento es que el "ADN" del crimen está cambiando. Los grupos delictivos ya no siguen los antiguos esquemas. Se adaptan rápidamente a la inestabilidad mundial, migran al entorno digital, adoptan nuevas tecnologías y operan con mayor flexibilidad.
En primer lugar, el crimen desestabiliza cada vez más a la sociedad. Ya no se trata solo de la seguridad de las personas. Se trata del impacto sobre las estructuras estatales, la economía, la propagación de la corrupción y la violencia. Las organizaciones criminales lavan dinero, reclutan adolescentes e incluso actúan en favor de intereses políticos externos.
En segundo lugar, casi todo el crimen organizado actual está conectado de alguna manera con Internet. Esto incluye tanto ciberataques y fraudes en línea como el narcotráfico, el lavado de dinero y el tráfico de armas. Los datos se han convertido en una nueva moneda: los delincuentes roban y venden información personal, se esconden en el entorno digital y se comunican a través de canales cifrados.
En tercer lugar, las nuevas tecnologías, especialmente la inteligencia artificial, proporcionan a los criminales herramientas muy poderosas. Con la IA, los estafadores aceleran sus acciones, automatizan procesos y se vuelven más difíciles de detectar.
El informe destaca siete amenazas principales que están creciendo rápidamente:
Incluso cuando un delito se comete en el mundo físico, su planificación u organización a menudo ocurre en línea.
Todas estas amenazas tienen algo en común: las redes criminales utilizan métodos similares — operan más allá de las fronteras nacionales, a veces directamente desde cárceles, lavan dinero a través de plataformas digitales y blockchain, y recurren cada vez más a la corrupción para acceder a personas e información clave. Una tendencia especialmente peligrosa es la implicación de adolescentes en esquemas delictivos. Los jóvenes a menudo son utilizados como "pantalla" para los verdaderos líderes, que resultan más difíciles de identificar y sancionar. Además, se intensifica la violencia entre grupos, especialmente en países con mercados criminales activos.
Para combatir eficazmente el crimen organizado, la policía debe tener en cuenta todos estos factores interconectados — no solo perseguir delitos concretos, sino también desmantelar los mecanismos sobre los que se sustenta el sistema criminal. Europol hace un llamado a reforzar el intercambio de información, ampliar la cooperación internacional y monitorear activamente los flujos financieros.