Una británica robó canciones inéditas de Coldplay y otros artistas.
La joven de 22 años Skylar Dalziel, oriunda de la ciudad británica de Luton, admitió su culpabilidad en el robo masivo de composiciones musicales inéditas. La delincuente obtuvo acceso ilegal a los almacenamientos en la nube de reconocidos artistas, entre ellos la banda Coldplay, el cantante canadiense Shawn Mendes y la artista estadounidense Bebe Rexha.
El esquema delictivo fue descubierto en junio de 2021 después de que Sony Music Entertainment detectara un acceso no autorizado al almacenamiento en la nube de la cantante Upsahl. La compañía informó de inmediato sobre el incidente a la Federación Internacional de la Industria Fonográfica. Durante la investigación se reveló que se habían sustraído 40 canciones inéditas.
La policía de Londres estableció que Dalziel vendía las pistas robadas en la darknet. Una investigación conjunta de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica y la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos permitió identificar la cuenta de la delincuente en un foro en línea donde se comercializaba la música sustraída.
Al momento de su arresto, el 9 de enero de 2023, las autoridades incautaron tres discos duros con 291 941 pistas musicales. Los investigadores también hallaron una hoja de cálculo con datos sobre las ventas de las canciones. El análisis de cuentas bancarias y de PayPal reveló que, entre abril de 2021 y enero de 2023, Dalziel obtuvo 42 049 libras esterlinas con su actividad ilegal.
El tribunal de Luton declaró a Dalziel culpable de 11 cargos por infracción de derechos de autor, uno por transferencia de ingresos delictivos y tres por adquisición y uso de bienes obtenidos ilícitamente. La hacker fue condenada a una pena condicional de 21 meses con un período de prueba de 24 meses, además de 180 horas de trabajo comunitario.
Parte del dinero obtenido ilícitamente fue transferido a cuentas bancarias en EE.UU. Actualmente, la policía de Londres colabora con el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. para identificar a los titulares de estas cuentas.
El detective Daryl Fryatt, del departamento de delitos contra la propiedad intelectual, subrayó que el robo de contenido musical con fines de lucro es un delito que pone en riesgo el trabajo de los artistas y el bienestar de quienes participan en la creación y producción musical.