El costo de la inacción puede ser demasiado alto...
La compañía ESET insta a los usuarios de Windows 10 a actualizar a Windows 11 o Linux para evitar graves amenazas de seguridad. En octubre de 2025, finalizará el soporte para este sistema operativo, lo que lo hará vulnerable a ataques.
El experto en seguridad de ESET, Thorsten Urbanski, destaca: «Recomendamos encarecidamente no esperar hasta octubre y actualizar lo antes posible a Windows 11 o a un sistema operativo alternativo si la actualización del dispositivo no es factible. De lo contrario, los usuarios corren el riesgo de pérdida de datos y ciberataques».
A partir del 14 de octubre de 2025, Windows 10 dejará de recibir actualizaciones gratuitas de seguridad. Las vulnerabilidades que puedan descubrirse después de esa fecha representarán una seria amenaza para los usuarios, generando riesgos de fuga de datos y propagación de software malicioso.
Según datos de StatCounter , actualmente Windows 10 está instalado en aproximadamente el 63% de todos los dispositivos domésticos. Mientras tanto, la cuota de Windows 11 es significativamente menor, alrededor del 34%. Es notable que los jugadores de videojuegos adopten más rápidamente las nuevas versiones de los sistemas operativos.
Así, según datos de Steam , casi el 55% de los gamers ya utilizan Windows 11, mientras que el 42% se mantienen en Windows 10. Sin embargo, entre los usuarios domésticos y de oficina, la actualización ocurre más lentamente, ya que sus dispositivos siguen funcionando de manera estable y aún no ven la necesidad de actualizarse.
En opinión de Urbanski, la situación actual es incluso más peligrosa que el cambio de Windows 7 en 2020. En aquel entonces, a finales de 2019, solo el 20% de los usuarios seguían utilizando la versión antigua, mientras que más del 70% ya habían migrado a Windows 10. En contraste, el retraso actual en la actualización genera riesgos significativos.
Una de las razones de la baja velocidad de migración son los requisitos de Windows 11, incluido el módulo TPM (Trusted Platform Module). Esto limita la posibilidad de actualización para dispositivos antiguos que podrían funcionar perfectamente con el nuevo sistema operativo si no fuera por este requisito.
No obstante, Microsoft declara que el requisito de TPM «no está sujeto a discusión», ya que garantiza funciones clave de seguridad, como la protección de claves criptográficas, credenciales y Secure Boot.
Para aquellos que no pueden actualizarse, Microsoft ofrece actualizaciones de seguridad extendidas (ESU) de pago. Para empresas, el costo es de $61 el primer año, $122 el segundo y $244 el tercero, sumando un total de $427 por tres años. Para usuarios particulares, existe un programa más accesible de $30 al año, aunque el costo puede ser significativo para familias con varios dispositivos.