Dinero, fama y traumas: el lado oscuro de la popularidad infantil en las redes sociales

Dinero, fama y traumas: el lado oscuro de la popularidad infantil en las redes sociales

¿Quién está detrás del impulso de los jóvenes influencers?

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En medio de la creciente popularidad de las redes sociales y el esfuerzo de los padres por impulsar las cuentas de sus hijos, han salido a la luz casos alarmantes de explotación y abuso. Una investigación reveló que hombres adultos, a menudo con antecedentes penales, ofrecen servicios como fotógrafos o expertos en marketing para crear una "carrera estelar" para jóvenes niñas. Sin embargo, en lugar de ello, facilitan la creación de materiales CSAM.

En uno de los casos, una niña de 12 años posó para un fotógrafo y su madre, inspirada en imágenes de revistas para hombres. Estas acciones llevaron al arresto y a cargos por la creación de CSAM. El fotógrafo, que se declaró culpable, afirmó posteriormente que solo hacía "lo que los compradores querían ver". El arresto fue posible gracias a una investigación federal, pero la mayoría de estos casos quedan impunes.

La red social Instagram, según expertos, se ha convertido en una plataforma clave para estos abusos. Bajo el pretexto de ser profesionales, hombres contactan a madres ofreciéndoles ayuda para impulsar las cuentas de sus hijos. En algunos casos, pagan por fotografías sugestivas o incluso compran objetos personales de las niñas. Las madres, a menudo, no sospechan o ignoran las verdaderas intenciones de estos "colaboradores", motivadas por la promesa de ganancias rápidas.

Uno de los fotógrafos sigue trabajando con menores, a pesar de las acusaciones de abuso sexualizado, que él niega. Otros implicados operan desde las sombras o incluso desde prisiones, permaneciendo activos en redes sociales. Estos delincuentes logran construir relaciones de confianza con los padres, utilizando dinero y promesas de fama como herramientas de manipulación.

Los acusados a menudo eluden sanciones gracias a vacíos legales. Por ejemplo, afirman que las fotografías cumplen con la ley porque los genitales no están expuestos. Sin embargo, abogados y defensores de los derechos humanos subrayan que la sexualización de menores puede considerarse ilegal incluso si el cuerpo está parcialmente cubierto.

La investigación también reveló que las víctimas a menudo enfrentan solas sus traumas. Las jóvenes explotadas confiesan que su participación en este negocio dejó profundas cicatrices psicológicas, generando serios problemas mentales y acentuando un sentimiento de culpa por lo ocurrido.

En este contexto, surgen cuestionamientos hacia las plataformas donde se distribuyen estos materiales. Representantes de Meta afirman estar tomando medidas para limitar las interacciones entre adultos y menores, pero los expertos consideran insuficientes los esfuerzos de la empresa. El problema del CSAM sigue siendo de gran magnitud y requiere acciones activas no solo por parte de las autoridades, sino también de los padres, quienes deben comprender los riesgos y proteger a sus hijos.

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