El tribunal ha dictado sentencia contra el fundador del mayor mezclador de bitcoins.
Un tribunal estadounidense ha dictado sentencia contra el creador del mayor servicio de lavado de bitcoins en la darknet. Roman Sterlingov, de 36 años, con ciudadanía rusa y sueca, pasará 12 años y seis meses tras las rejas.
Durante diez años, desde 2011 hasta 2021, Sterlingov dirigió la plataforma Bitcoin Fog, el mezclador de criptomonedas más longevo en la darknet. A lo largo de su operación, el servicio procesó más de 1,2 millones de bitcoins, cuyo valor en el momento de las transacciones se estimaba en aproximadamente 400 millones de dólares.
Según la investigación, la mayor parte de los fondos provenían de mercados en la darknet. El dinero estaba vinculado al narcotráfico, delitos informáticos, robo de datos personales y material relacionado con abuso sexual infantil.
En marzo de 2024, tras un juicio de un mes, el jurado declaró a Sterlingov culpable de varios cargos: conspiración para el lavado de dinero, lavado de dinero, así como la gestión de un negocio de transferencias monetarias no autorizado y la realización de transferencias sin licencia en el Distrito de Columbia.
Además de la pena de prisión, el tribunal ordenó al acusado pagar una multa de 395,563,025.39 dólares. También se confiscarán las criptomonedas y los activos monetarios incautados, con un valor total de alrededor de 1,76 millones de dólares.
Las autoridades también incautaron la cartera de Bitcoin Fog, que contenía aproximadamente 1,345 bitcoins. A día de hoy, el valor de estos criptoactivos supera los 103 millones de dólares.
Guy Ficco, jefe de la división de investigaciones criminales del Servicio de Impuestos de EE.UU., declaró que el intento de Sterlingov de ocultar sus actividades ilícitas bajo el manto del anonimato fracasó gracias al trabajo coordinado de los investigadores. En la operación participaron agentes especiales del Servicio de Impuestos y del FBI. El Departamento de Justicia de EE.UU. y la unidad de activos virtuales del FBI brindaron un apoyo significativo.
La investigación también contó con la colaboración de las autoridades de Japón, Suecia, Dinamarca, Rumanía y Reino Unido, así como de Europol.