Pronto él sabrá todo sobre ella y nunca más le preguntarás: “¿Cómo estás?”
La startup extranjera inTouch propuso una solución inusual pero bastante resonante para quienes no pueden llamar regularmente a sus familiares mayores. El desarrollo de IA de la empresa llama diariamente a los padres, abuelos y abuelas, conversa con ellos sobre temas cotidianos, pasatiempos y bienestar. Luego se envía un breve informe con una evaluación emocional, por ejemplo, «estado de ánimo negativo» o «estado de ánimo neutral».
Los creadores afirman que la tecnología no debe sustituir la comunicación en vivo, sino que ayuda a mantener el contacto y a monitorear el bienestar de los familiares, especialmente cuando el usuario no puede llamar con frecuencia. En el sitio web de inTouch se destaca que el servicio puede fortalecer la salud emocional de los ancianos, estimular la actividad mental y preservar las historias familiares, conectando generaciones.
Durante el registro se propone elegir a quién llamará regularmente el sistema: un padre, una abuela o un abuelo, una persona con demencia o el propio usuario. Luego se solicitan temas de conversación, para que la IA tenga un punto de partida para el diálogo. Antes de la primera llamada, los desarrolladores recomiendan explicar a la persona mayor quién realizará las llamadas y con qué propósito, para evitar malentendidos y lograr una percepción positiva.
Durante las pruebas, las llamadas efectivamente llegaban al teléfono, la IA respondía según los temas indicados, y la aplicación enviaba resúmenes breves de los diálogos. El usuario de la aplicación puede recibir notificaciones si el interlocutor omite las llamadas, si se detecta un empeoramiento del estado de ánimo o si surgen nuevos temas. Además, el interlocutor también puede enviar un mensaje a través de la IA.
A pesar del correcto funcionamiento, persisten las dudas sobre cuán beneficiosa puede ser este tipo de comunicación para las personas mayores. Una de las participantes del experimento señaló que la voz de la IA habla demasiado rápido y de manera seca, lo que genera una impresión más parecida a un contestador automático que a una conversación real. En su opinión, para un diálogo completo se requiere un alto nivel de actividad mental del interlocutor.
Desde el punto de vista ético y psicológico, estas tecnologías generan sentimientos encontrados. Según Hongtu Chen de la Escuela de Medicina de Harvard, en las conversaciones familiares son importantes los matices, las bromas, el contexto común y la memoria, elementos que la inteligencia artificial no puede reproducir con exactitud. Subrayó que estas tecnologías pueden apoyar la comunicación, pero no deben sustituirla. La presencia humana sigue siendo simbólicamente importante en las relaciones de cuidado.
El creador del servicio, Vassili Le Moigne, enfatiza que el objetivo principal no es reemplazar, sino complementar la comunicación en vivo. Desarrolló el sistema para mantenerse en contacto con sus familiares mayores mientras vivía lejos de ellos, y para recibir confirmación de su bienestar en los días en que no podía hablar personalmente. Según él, el servicio no imita la voz de los miembros de la familia, sino que utiliza una locución neutral para mantener la honestidad en la interacción.
Lo más importante, según expertos y participantes de las pruebas, es cómo percibe la tecnología quien la recibe. Si tus familiares mayores piensan que los has reemplazado por un robot solo para no llamarles, el efecto podría ser el contrario. Uno de los participantes del experimento comentó que se sentiría dolido si sus seres queridos prefirieran una llamada automática a una conversación personal.