La batalla de los multimillonarios por el futuro de la IA.
En la industria tecnológica se desarrolla un nuevo drama: Elon Musk ha intentado comprar OpenAI, ofreciendo 97,4 mil millones de dólares. Un consorcio liderado por el multimillonario busca devolver la compañía a sus principios originales de apertura y seguridad en la inteligencia artificial.
Sam Altman, actual CEO de OpenAI, respondió a la oferta de Musk de una manera bastante peculiar. En la red social X, publicó un escueto "No, gracias", y de inmediato lanzó una contraoferta irónica: comprar Twitter por 9,74 mil millones de dólares.
La tensión entre los exsocios lleva tiempo en aumento. Musk, quien fue uno de los fundadores de OpenAI en 2015, abandonó la compañía antes de que alcanzara su éxito actual. En 2023, lanzó su propia startup de IA, xAI, que, según el Wall Street Journal, podría fusionarse con OpenAI en caso de una adquisición exitosa.
Actualmente, OpenAI está a punto de realizar un cambio estructural significativo, pasando de ser una organización sin fines de lucro a una empresa con orientación comercial. La directiva argumenta que esta transformación es necesaria para atraer capital y continuar el desarrollo de modelos avanzados de IA.
Por este motivo, Musk presentó una demanda contra OpenAI y Altman, alegando que la empresa fue financiada originalmente bajo la premisa de un proyecto sin fines de lucro, cuyo objetivo era desarrollar IA en beneficio de la humanidad, y no con fines comerciales. Ahora, según Musk, la compañía está enfocada únicamente en maximizar sus ganancias.
El conflicto se intensificó tras el anuncio del proyecto Stargate, una iniciativa de 500 mil millones de dólares revelada en la Casa Blanca después del regreso de Donald Trump a la presidencia. Este proyecto, impulsado por OpenAI, Oracle y SoftBank, busca desarrollar una infraestructura masiva de inteligencia artificial en EE.UU., con la construcción de centros de datos con supercomputadoras de alto rendimiento. Musk ha expresado públicamente sus dudas sobre la capacidad de los inversores para financiarlo completamente.
"Es hora de que OpenAI vuelva a ser lo que era: un motor de progreso basado en principios de código abierto y seguridad. Nos aseguraremos de que esto ocurra", declaró el multimillonario en un comunicado de prensa.
Tras el rechazo de Altman, Musk pasó al ataque personal , llamándolo "Scam Altman" ("Estafador Altman") y publicando un video de su testimonio ante el Congreso, en el que se discutía su salario relativamente modesto como CEO de OpenAI.
Actualmente, OpenAI tiene una valoración de mercado impresionante. En la ronda de financiación de octubre, la empresa fue valorada en 157 mil millones de dólares, lo que la convierte en una de las compañías privadas más valiosas del mundo. Además, el conglomerado japonés SoftBank está en negociaciones para una nueva ronda de inversión de hasta 40 mil millones de dólares, lo que podría elevar su valoración hasta 300 mil millones.
Por ahora, ni los representantes de OpenAI, ni el abogado de Musk, Marc Toberoff, ni Microsoft, como uno de los principales inversores de OpenAI, han emitido comentarios sobre la oferta de compra.
Para concretar una adquisición de esta magnitud, Musk y su consorcio necesitarán reunir una cantidad colosal de fondos, sin contar con los posibles obstáculos regulatorios por leyes antimonopolio.