Desde cuevas estrechas hasta el bosque nocturno: el dron SUPER corta el aire a 72 km/h

Desde cuevas estrechas hasta el bosque nocturno: el dron SUPER corta el aire a 72 km/h

El aparato es capaz de llevar a cabo cualquier operación de búsqueda.

image

Un grupo de ingenieros de la Universidad de Hong Kong ha presentado el vehículo aéreo no tripulado SUPER , capaz de maniobrar en entornos desconocidos a velocidades inimaginables. SUPER reacciona instantáneamente a los obstáculos gracias a un sistema de percepción inteligente y algoritmos basados en IA. Los científicos consideran esto un paso importante hacia el futuro: su desarrollo ya está listo para salir del laboratorio y enfrentarse a tareas reales.

Los diseñadores han equipado a SUPER con un escáner tridimensional ligero que detecta con precisión los obstáculos a gran distancia. Un sistema de planificación incorporado traza las trayectorias de vuelo directamente a partir de la nube de puntos del sensor, lo que garantiza la seguridad incluso a velocidades máximas. Los ingenieros han prestado especial atención a la miniaturización de todos los elementos para preservar su maniobrabilidad.

En cada recálculo de la ruta, el sistema genera dos trayectorias: una segura para espacios claramente despejados y otra de alta velocidad para todas las demás zonas. La computadora de a bordo cambia dinámicamente entre ellas, eligiendo el momento óptimo para la transición. Gracias a esto, la tasa de fallos se ha reducido 35,9 veces y el tiempo de cálculo se ha reducido a la mitad. Como resultado, SUPER alcanza velocidades superiores a 20 metros por segundo, esquivando con confianza grandes objetos y ramas delgadas en pasajes estrechos.

La naturaleza ha encontrado desde hace tiempo la solución perfecta: las aves vuelan con destreza a través de densos matorrales sin chocar con nada y manejando cualquier giro brusco. Los ingenieros intentan replicar este milagro en sistemas no tripulados, especialmente en aquellos destinados a operaciones de rescate. Sin embargo, hasta ahora todo se había topado con una contradicción simple: cuanto mayor es la velocidad, más peligroso es el vuelo.

Intentos anteriores de resolver este problema no han tenido éxito. Algunos desarrolladores precalculaban rutas o utilizaban aprendizaje automático, pero sus drones solo podían volar en trayectorias conocidas. Otros priorizaban la seguridad, permitiendo vuelos únicamente en zonas verificadas o haciendo que los dispositivos se detuvieran ante cada obstáculo.

Los ingenieros de Hong Kong han tomado un camino diferente. Su dron calcula dos rutas simultáneamente: una segura y otra de alta velocidad. Aunque requiere más cálculos, el aparato puede volar al máximo de su velocidad y siempre tiene una ruta de escape.

La mayoría de los microvehículos aéreos dependen de cámaras, que sufren desenfoques en movimiento, tienen un campo de visión limitado y enfrentan dificultades en la oscuridad. SUPER ha superado estas limitaciones gracias a un liviano lidar tridimensional y un sistema de navegación optimizado. Su escáner genera una imagen volumétrica precisa del entorno en cualquier condición de iluminación.

El dron avanza a 20 metros por segundo a través de una zona de obstáculos sin tocar nada. En entornos forestales, sortea troncos, ramas y otras barreras con gran destreza, sin perder de vista su objetivo en movimiento, como una persona.

Los drones convencionales con escáneres solían ser grandes y pesados debido a sensores voluminosos y costosos. SUPER ha roto este estereotipo: su estructura ligera y el compacto Livox MID360 han permitido alcanzar una excelente relación entre empuje y peso. Los ingenieros también han trabajado en la aerodinámica del fuselaje para minimizar la resistencia del aire a altas velocidades.

En lugar de construir mapas detallados del entorno, el sistema localiza rápidamente las zonas libres a partir de la nube de puntos, lo que requiere solo de 1 a 5 milisegundos. Para el cálculo de trayectorias, se utilizan métodos más simples y rápidos que en versiones anteriores, reduciendo la carga del procesador y aumentando la fiabilidad del vuelo.

La computadora de a bordo monitorea constantemente los sensores y actualiza el mapa del entorno. Gracias a esto, el dron detecta de inmediato nuevos obstáculos y ajusta su rumbo en consecuencia. Incluso en espacios reducidos, encuentra la mejor ruta posible.

Gracias a la odometría lidar-inercial, el aparato no depende de la navegación satelital y puede operar con total confianza en interiores, cuevas y otros entornos sin señal GPS.

Los ingenieros creen que con escáneres más ligeros y de mayor alcance, su dron podrá maniobrar aún mejor en espacios reducidos. Ya están mejorando su aerodinámica y entrenando el sistema para predecir la trayectoria de objetos en movimiento, lo que hará los vuelos aún más seguros.

SUPER será útil en cualquier escenario: desde la inspección de infraestructuras industriales hasta la búsqueda de personas atrapadas bajo escombros. Su mayor ventaja es la capacidad de operar con seguridad en cualquier entorno desconocido.

Las huellas digitales son tu debilidad, y los hackers lo saben

¡Suscríbete y descubre cómo borrarlas!