¿Por qué los hackers desaparecen del radar más rápido de lo que pueden ser identificados?
Europol y Eurojust han explicado los problemas a los que se enfrentan en la lucha contra el ciberdelito. La escala de los delitos digitales está creciendo, las investigaciones se vuelven más complejas y los delincuentes utilizan métodos cada vez más sofisticados para ocultarse. En el nuevo informe, se resumen los resultados del trabajo y se evalúa hasta qué punto ayudan las nuevas leyes.
Las investigaciones cada vez más a menudo se convierten en el análisis de enormes volúmenes de datos. Terabytes de información, dispersos caóticamente en servidores y almacenamientos en la nube, complican significativamente el trabajo. El acceso a datos importantes requiere herramientas potentes y especialistas, cuya escasez es crítica. Todo esto ralentiza la búsqueda de pruebas y hace que los delincuentes sean menos vulnerables.
Además, cuando la información necesaria desaparece repentinamente, las investigaciones llegan a un punto muerto. Los datos pueden desaparecer en cuestión de días si no se solicitan a tiempo. Algunos proveedores conservan los registros durante semanas, mientras que otros los eliminan casi de inmediato. Como resultado, los investigadores pueden simplemente no llegar a tiempo para obtener las pruebas necesarias.
Pero hay otro problema. En los últimos años, el cifrado se ha convertido en algo cotidiano. Incluso los mensajeros domésticos utilizan cifrado de extremo a extremo, y los delincuentes van más allá, ocultándose detrás de VPN, proxies y servidores anónimos. El acceso a estos datos está cerrado incluso para los servicios de seguridad, y muchas empresas se niegan a cooperar. Como resultado, redes criminales enteras permanecen en la sombra.
Algunos servicios se crean específicamente para que las fuerzas del orden no puedan acceder a sus clientes. VPN a prueba de balas, alojamientos en la darknet, mensajeros cifrados, todo esto otorga inmunidad a los ciberdelincuentes. Sin embargo, operaciones exitosas como la eliminación de DoubleVPN y VPNLab demuestran que la cooperación internacional conjunta da resultados.
No obstante, las investigaciones internacionales son un proceso burocrático complejo. Mientras que los datos pueden cruzar fronteras en segundos, las solicitudes formales pueden tardar meses. Y si los delincuentes operan desde jurisdicciones que no cooperan con Europol, las posibilidades de obtener acceso a la información son prácticamente nulas.
Aun así, las leyes europeas comienzan a adaptarse gradualmente a la dura realidad. Un nuevo paquete normativo sobre servicios digitales acelerará el proceso de obtención de datos de las empresas de Internet. Ahora se podrá solicitar información directamente, sin procedimientos burocráticos complejos. Lo principal es que las nuevas leyes funcionen en la práctica.
El informe también destaca que las empresas privadas siguen siendo actores clave en las investigaciones. Poseen una gran cantidad de información, pero las barreras legales dificultan su transferencia a los servicios de seguridad. Los recientes cambios en el reglamento de Europol han permitido a la agencia recibir datos directamente, pero la cuestión sobre los límites de esta cooperación sigue abierta.
Según Europol, la inteligencia artificial se utiliza cada vez más en las investigaciones. El análisis automatizado de datos ayuda a identificar a los delincuentes en menos tiempo.
Así, la lucha contra el ciberdelito no solo requiere avances tecnológicos y nuevas leyes, sino también cooperación global, la eliminación de barreras burocráticas y un equilibrio entre la protección de datos y la necesidad de acceso a ellos. Solo combinando esfuerzos, tecnología y mecanismos legales, se puede crear una defensa sostenible contra las amenazas digitales, haciendo del ciberespacio un lugar más seguro para todos.