La inteligencia móvil se convierte en una herramienta de control masivo.
El Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad de EE. UU. (NCSC) informó que alrededor de 100 países han adquirido avanzados programas espía para hackear dispositivos móviles. Este tipo de software es utilizado tanto por gobiernos como por particulares.
La demanda de programas espía está creciendo rápidamente, y estas herramientas se están volviendo cada vez más accesibles y fáciles de usar. Algunas soluciones funcionan bajo el principio de «plug and play», lo que las hace atractivas incluso para hackers y extorsionadores.
La empresa israelí NSO Group, desarrolladora del polémico software espía Pegasus, se ha convertido en una figura clave en este negocio. En 2021, EE. UU. incluyó a NSO Group en la «lista negra», acusándola de vender software que fue utilizado para espiar a periodistas, activistas, diplomáticos y funcionarios. En esta misma lista también aparecieron Intellexa y Cytrox.
A pesar de ello, la empresa afirmó que las tecnologías de NSO Group ayudan a combatir el terrorismo y otros delitos graves. NSO Group asegura que rescinde contratos con clientes cuando detecta abusos.
Sin embargo, NSO Group no es el único actor en este mercado. Hoy en día, existen numerosas empresas que ofrecen soluciones similares. El Centro Nacional de Ciberseguridad del Reino Unido destacó que estas tecnologías permiten a decenas de países acceder a capacidades que, de otro modo, les llevaría décadas desarrollar.