NAD: escenarios típicos de ataque que tu red no debería pasar por alto

NAD: escenarios típicos de ataque que tu red no debería pasar por alto

Te sorprendería saber dónde comienzan la mayoría de las invasiones.

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Las organizaciones latinoamericanas invierten cada vez más en firewalls, EDR y controles avanzados, pero la gran pregunta sigue vigente: «¿Quién vigila el torrente de paquetes que une todos esos puntos?» La respuesta moderna se llama Network Attack Discovery (NAD). Estas plataformas analizan lo que sucede entre bastidores —incluyendo flujos cifrados— y ofrecen contexto accionable al equipo de respuesta. Para ejemplificar, tomaremos como referencia pública la solución PT Network Attack Discovery de Positive Technologies, aunque los principios aplican a cualquier herramienta de esta categoría.

Panorama regional: por qué la visibilidad sigue siendo el talón de Aquiles

De acuerdo con los informes de múltiples CSIRT de la región, los incidentes que afectan la capa de red aumentaron un 32 % en 2024. Brasil, México y Colombia encabezan el listado de países que más tráfico malicioso generan y reciben. Aun así, muchas empresas dependen de registros de firewall o NetFlow, que ofrecen metadatos básicos pero no revelan qué ocurre dentro de cada sesión. Ahí es donde un NAD moderno entra en juego.

¿Qué es NAD y en qué se diferencia de IDS, IPS o NetFlow?

Un sistema NAD captura copias completas o parciales de sesiones, decodifica más de 80 protocolos de capa 7 y extrae metadatos enriquecidos. A diferencia de un IDS, que suele basarse en firmas, NAD combina heurística, aprendizaje automático y correlaciones históricas. Frente a NetFlow, aporta payload, secuencias de comandos y cronología, superando la visión «en blanco y negro» de meros contadores de paquetes.

Componentes clave

  • Sensores: físicos o virtuales; se conectan vía SPAN/TAP o inline.
  • Motor analítico: correlaciona firmas y modelos estadísticos, verifica IOCs, aplica MITRE ATT&CK.
  • Backend de almacenamiento: bases de tiempo serie para metadatos y «cold storage» para paquetes crudos.
  • Conector SOAR/SIEM: envía eventos priorizados, lanza playbooks y retroalimenta reglas.

Anatomía de la detección: del paquete a la alerta contextual

El ciclo comienza con la copia de tráfico, pasa por desagregación de flujos, normalización de campos y desofuscación de payload. El motor aplica tres capas de análisis:

  1. Firma clásica: detecta patrones conocidos (exploit kits, comandos de malware, etc.).
  2. Estadística/ML: identifica desviaciones de la línea base (picos, entropía, rareza de protocolos).
  3. Correlación histórica: enlaza eventos de diferentes fases para diseñar la kill chain.

El resultado final es una alerta única que describe fase, host origen, host destino, usuario e impacto potencial, evitando que el SOC se ahogue en miles de señales inconexas.

Escenario 1 – Escaneos de red y fuerza bruta de contraseñas

Objetivo del atacante: encontrar puertas abiertas, servicios obsoletos y credenciales débiles.

Indicadores típicos

  • Exploración rápida (SYN scan) o sigilosa (low and slow) a rangos contiguos.
  • Errores de autenticación repetidos en SSH, RDP, FTP o bases de datos.
  • Repetición de hashes NTLM en protocolos SMB.

Cómo lo detecta NAD

El motor agrupa cientos de intentos fallidos en una alerta consolidada y calcula un umbral dinámico: si la IP mantiene intensidad de 20 intentos por minuto durante 15 minutos, se eleva la gravedad. El analista ve un resumen con login, geolocalización, ASN y mapa de puertos objetivo.

Respuesta recomendada

Automatizar la contención: firewall orchestration corta la IP, Active Directory bloquea el usuario, y la regla se revoca de forma automática tras X horas si no se repite el patrón.

Escenario 2 – DDoS y explotación de vulnerabilidades de protocolo

La cruda realidad en LATAM: ISP y entidades financieras sufren floods DNS, TCP SYN y ataques dirigidos a APIs.

Visión NAD

  • Picos de pps (paquetes por segundo) que multiplican por diez la media.
  • Firmas de amplificación usando CLDAP, NTP o Memcached.
  • Exploits de handshake TLS (renegociación maliciosa) o HTTP/2 CVE-2023-44487.

Mitigación recomendada

El sensor notifica al SIEM, que a su vez lanza reglas Flowspec en el enrutador BGP, redirige a un scrubbing center y alerta a upstream providers. Todo ello en menos de 15 segundos, antes de que el backend colapse.

Escenario 3 – Clasificación de incidentes y análisis forense inicial

Después de contener, queda reconstruir la historia.

Pilares de la investigación

  • Contexto enriquecido: puertos, usuarios, hash de archivo, URL, hostname.
  • Búsqueda retrospectiva: reindexación de 90 días de tráfico contra nuevos IoC.
  • Evidencia procesable: exportación de sesiones a un entorno aislado para «replay» y malware analysis.

Beneficios tangibles

Equipos SOC jóvenes reducen el MTTR (tiempo medio de resolución) de días a horas, porque ya no buscan la aguja en un pajar: el NAD la marca con luces de neón.

Escenario 4 – Movimiento lateral y exfiltración sigilosa

Contexto: el atacante que superó la fase inicial usará SMB, WinRM o WMI para pivotar.

Patrones detectables

  • Transferencias SMB de archivos ZIP cifrados a horas inusuales.
  • Sesiones RDP entre hosts que nunca se comunicaron.
  • Túneles DNS o HTTPS a dominios recién registrados.

Respuesta paso a paso

  1. Bloqueo de credenciales comprometidas.
  2. Microsegmentación dinámica por SDN para aislar subredes.
  3. Análisis de flujos completos para identificar el volumen exacto de datos exfiltrados.

Orquestación automática – NAD, SOAR y Zero Trust

Las alertas de NAD pueden disparar playbooks SOAR: desde el bloqueo de IP en un WAF hasta la revocación de tokens OAuth. Integrado con políticas Zero Trust, el usuario sospechoso pasa a monitoreo reforzado o step-up authentication.

Desafíos de implementación en América Latina

Cifrado creciente

Más del 85 % del tráfico latinoamericano ya viaja por TLS 1.2 o superior. Las empresas deben equilibrar inspección con privacidad, empleando TLS termination o out-of-band decryption solo en zonas de alto riesgo.

Legislación y compliance

Normativas como LGPD (Brasil) o Ley 1581 (Colombia) exigen tratamiento adecuado de datos personales. Un NAD bien configurado segmenta y anonimiza metadatos sensibles, cumpliendo requisitos sin sacrificar visibilidad.

Talento escaso

La carencia de analistas SOC se agrava en LATAM. Por eso es crucial que la plataforma priorice alertas, ofrezca inteligencia contextual y libere al equipo de tareas repetitivas.

Buenas prácticas operativas

  • Implantar sensores gradualmente: empiece con el perímetro, luego datacenter, luego nubes híbridas.
  • Baselining continuo: recalcular patrones cada 30 días para reflejar la estacionalidad del negocio.
  • Uso de metadatos ligeros: grabe paquetes completos solo de sesiones críticas; ahorra 60 % de almacenamiento.
  • Colaborar con CERT regionales: IOCs locales aceleran la detección de botnets específicas de la región.

Futuro de NAD: IA generativa y detección proactiva

Los proveedores exploran modelos de lenguaje que hagan summary de incidentes al estilo «conversational SOC». El analista ya no bucea en logs; dialoga con el motor y recibe historias completas con diagramas de ataque.

Otras innovaciones incluyen:

  • Predicción de rutas de ataque usando aprendizaje reforzado.
  • Detección de zero-days midiendo oscilaciones de entropía en tráfico TLS.
  • Integración con redes 5G y OT para blindar fábricas inteligentes.

Conclusiones

La visibilidad de red es mucho más que un complemento a la defensa perimetral: actúa como el hilo conductor que une vigilancia preventiva, detección en tiempo real y respuesta forense. A lo largo de este recorrido—desde los primeros barridos de puertos hasta la exfiltración sigilosa de datos—la plataforma NAD demuestra su valor al traducir millones de paquetes en un relato claro y contextualizado que el analista puede asimilar en minutos, no en horas.

Para las organizaciones latinoamericanas, donde la superficie de ataque crece al ritmo de la digitalización y la brecha de talento en ciberseguridad se amplía, esta capacidad de síntesis resulta crítica. No solo reduce el Mean Time to Detect y el Mean Time to Respond; también alimenta decisiones estratégicas—desde la microsegmentación de la infraestructura hasta la priorización de inversiones—con evidencia empírica y métricas históricas.

Además, la integración nativa con orquestadores SOAR y motores de inteligencia de amenazas permite que cada alerta relevante desencadene acciones automáticas: bloqueo de direcciones IP, aislamiento de hosts, revocación de credenciales comprometidas y notificaciones a los organismos reguladores cuando corresponde. Ese bucle cerrado entre detección y contención minimiza la ventana de exposición y evita que incidentes puntuales escalen hasta convertirse en crisis reputacionales o sanciones regulatorias.

En última instancia, invertir en una solución NAD ya no es optativo: representa el nuevo umbral mínimo para operar con resiliencia en un entorno donde los atacantes aprovechan cualquier laguna de visibilidad. Adoptar esta tecnología hoy significa no solo reaccionar ante las amenazas de mañana, sino anticiparse a ellas con un enfoque proactivo, basado en datos y alineado con los más altos estándares de ciberseguridad global.

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