Una cita con la IA, gafas con pistas: cómo una startup al borde del engaño se convirtió en una nueva tendencia

Una cita con la IA, gafas con pistas: cómo una startup al borde del engaño se convirtió en una nueva tendencia

Algunos lo llaman una revolución en la comunicación, mientras otros lo llaman degradación completa.

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Hasta hace poco, Roy Lee era simplemente un estudiante de la Universidad de Columbia que se vio envuelto en un escándalo por usar inteligencia artificial durante entrevistas con las principales empresas tecnológicas. Hoy, es el fundador de la startup Cluely, que ha recaudado 5,3 millones de dólares en inversiones y promete a los usuarios no solo ayuda en negociaciones, sino acompañamiento completo en cualquier situación social, desde reuniones de negocios hasta citas románticas.

Cluely se volvió viral gracias a un video publicado por Lee en X. En él, está sentado en una cita, y entre él y su interlocutora hay una enorme interfaz que le sugiere de qué temas hablar y cómo reaccionar. Lee no lo llama trampa, sino una nueva norma a la que la sociedad aún no se ha acostumbrado.

Cluely funciona de forma sencilla: el programa ve la imagen, escucha el sonido y sugiere respuestas al instante, mostrándolas sobre otras ventanas. Todo se ve como un modo de voz de ChatGPT, pero integrado directamente en unas gafas de realidad aumentada. En su interior están los mismos modelos lingüísticos, ligeramente modificados por el equipo de Lee. Pero, como él mismo reconoce, lo principal aquí no son las tecnologías, sino la interfaz, que hace que el usuario apenas note que no genera los pensamientos por sí mismo.

Al probar Cluely durante una simulación de entrevista, los periodistas señalaron que el programa no destacaba ni por su velocidad ni por su originalidad. Las respuestas parecían recién generadas en un navegador, y el retraso de 20 segundos entre la pregunta y la reacción rompía toda la dinámica de la conversación. En condiciones reales, es poco probable que ayude a superar una entrevista. Lee afirma que en el futuro la interfaz será más rápida si se desactiva la grabación de pantalla y se deja solo la escucha.

Sin embargo, son precisamente estas promesas sobre un futuro en el que no será necesario memorizar información inútil las que forman el núcleo de la filosofía de Cluely. Lee cree que la educación, tal como se conoce hoy, desaparecerá. Según él, los niños del futuro solo aprenderán lo que realmente les interese, y la memorización será cosa del pasado.

Lee no oculta que Cluely es una herramienta para quienes quieren "ganar más rápido". Lo compara con la calculadora, que en su momento también fue considerada una trampa. La esencia del producto, en su opinión, no es reemplazar a la persona, sino potenciarla: darle las mismas herramientas que tienen los superusuarios de la IA.

En el sitio web de Cluely hay un manifiesto: «Construimos Cluely para que nunca más tengas que pensar solo. Mientras otros dudan, tú ya sabes». Esta promesa ha resultado inquietante para muchos. Los comentarios bajo el video están llenos de preocupación por la dilución de la autenticidad humana. Pero el propio Lee dice que está acostumbrado a esas críticas. Es más, considera que son una señal de que va en la dirección correcta.

Si Cluely realmente se convierte en parte de la comunicación cotidiana, quizás el debate sobre la "trampa" cambie radicalmente. Para Lee no hay duda de que el futuro pertenece a los maximalistas. Su objetivo no es demostrar que hacer trampa está bien, sino convencer al mundo de que la inteligencia artificial ya se ha convertido en una extensión del pensamiento humano.

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