El Pentágono está invirtiendo un presupuesto de un billón de dólares en digitalizar el campo de batalla.
Los militares estadounidenses afirmaron que, con la ayuda de nuevos sistemas de inteligencia artificial, pueden procesar hasta 5 000 objetivos por día, en lugar de los 55 actuales. Así se indica en el informe de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de EE. UU., donde se destaca que la IA ya ha acelerado significativamente la identificación de objetivos durante las últimas operaciones.
El desarrollo de estas soluciones se lleva a cabo en el marco del proyecto Scarlet Dragon, donde los soldados no solo aprenden a trabajar con algoritmos, sino que también escriben código para futuros sistemas militares. Uno de los resultados es un software que permite al sistema de defensa antimisiles de EE. UU. seleccionar objetivos en un minuto en lugar de 12 horas. En 10 meses, los participantes del proyecto realizaron 62 mejoras, aumentando la eficacia en un 600%.
No obstante, las tecnologías no son infalibles. Se conocen casos en los que la IA cometió errores —por ejemplo, traduciendo mal palabras e incluyendo personas inocentes en la lista de objetivos. Estos errores ya han causado la muerte de civiles en zonas de conflicto.
El Pentágono continúa promoviendo CJADC2, un sistema que integra datos de todos los sensores y los transmite directamente a los militares. Sin embargo, incluso dentro del ejército se reconoce que la idea de “cada sensor para cada tirador” (every sensor-to-every shooter) resultó demasiado ambiciosa. Ahora lo principal es la integración de la IA en una infraestructura unificada.
El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, y el presidente Donald Trump declararon que el próximo presupuesto militar de EE. UU. alcanzará un récord de 1 billón de dólares. La prioridad principal es el desarrollo de la IA y superar a China en este ámbito.