Los productos estrella de la corporación corren el riesgo de ser vendidos.
Según la propuesta actualizada presentada el 7 de marzo en un tribunal federal de EE. UU., el Departamento de Justicia (DOJ) sigue buscando la división de Google. Al igual que el año pasado, el departamento insiste en que la corporación debe vender su navegador web Chrome y, posiblemente, su sistema operativo Android, lo que sería una medida razonable de castigo por su posición monopolística reconocida por el tribunal.
En su nueva declaración, el DOJ describió a Google como un "gigante económico" que "priva a los usuarios de un valor fundamental estadounidense: la libertad de elección en el mercado". El departamento insiste en que la corporación debe deshacerse de Chrome para "dar la oportunidad a un nuevo competidor de acceder a un punto de entrada significativo en la búsqueda en internet".
Además, Google debe cambiar su modelo de negocio de Android en favor de la competencia o vender el sistema operativo. A diferencia de la propuesta anterior, ahora el DOJ excluye la posibilidad de mantener Android con modificaciones.
El departamento también ha revisado algunos aspectos de su plan. Ahora no exige que Google deje de invertir en inteligencia artificial, sino que simplemente propone que la empresa esté obligada a notificar a las autoridades federales y estatales sobre tales inversiones. Asimismo, el DOJ admite que Google puede continuar pagando a Apple por servicios no relacionados con la búsqueda.
Google, por su parte, propone medidas alternativas de resolución. En particular, la empresa sugiere prohibirse a sí misma exigir a los fabricantes de smartphones con Google Play la preinstalación obligatoria de otros de sus servicios, como Google Search y Chrome, en lugar de la venta forzosa del navegador.
El portavoz de Google, Peter Schottenfels, declaró que la propuesta del DOJ va "mucho más allá de la decisión del tribunal" y dañará a "los consumidores, la economía y la seguridad nacional de EE. UU.". La audiencia judicial sobre las propuestas presentadas está programada para abril.
La exigencia del Departamento de Justicia de EE. UU. de vender Chrome y Android plantea la cuestión de la proporcionalidad de las medidas antimonopolio: ¿es la división del gigante tecnológico un paso necesario para fomentar la competencia o una intervención excesiva que podría afectar negativamente a la innovación y la experiencia del usuario?