Cuando se trata de Google Chrome, es difícil sobrestimar su importancia en la vida del usuario moderno. Este navegador se ha convertido en algo más que un simple programa para ver páginas web. Es un ecosistema, la base para el funcionamiento de numerosos servicios web y extensiones sin los cuales muchos de nosotros ya no imaginamos nuestra vida en Internet.
Extensiones como bloqueadores de anuncios, gestores de contraseñas, servicios VPN e incluso herramientas para aumentar la productividad juegan un papel clave en garantizar la comodidad y seguridad. Pero cada año los requisitos para estas herramientas se endurecen y las tecnologías que las hacen funcionar están siendo revisadas.
Manifest V3 es un estándar actualizado que Google presentó para los desarrolladores de extensiones de Chrome. Este evento marcó un punto de inflexión en el ecosistema de los navegadores, provocando una ola de debates, críticas e incluso temores sobre el futuro de Internet. Es difícil sobrestimar el impacto de esta innovación, ya que no solo afecta la forma en que interactuamos con el navegador, sino también cómo los desarrolladores pueden crear herramientas que hacen que Internet sea mejor y más conveniente.
Manifest V3, o simplemente MV3, es un conjunto de nuevas reglas y requisitos que los desarrolladores deben tener en cuenta al crear y actualizar extensiones para Chrome. Este estándar reemplaza a la versión anterior, Manifest V2, que se introdujo hace más de 10 años. A pesar de su larga existencia, Manifest V2 resultó ser vulnerable a abusos y no cumplía con los requisitos de seguridad modernos, lo que llevó a Google a desarrollar una nueva versión.
El objetivo principal de MV3 es mejorar la seguridad, optimizar el rendimiento del navegador y garantizar la privacidad de los usuarios. Pero, como suele ocurrir con las innovaciones, no todo es tan sencillo. Mientras que Google enfatiza sus buenas intenciones, muchos expertos y desarrolladores expresan dudas sobre las verdaderas consecuencias de estos cambios. Por un lado, el nuevo estándar realmente busca resolver problemas antiguos, pero por otro lado, crea nuevos desafíos al limitar la funcionalidad de extensiones populares que se han convertido en una parte habitual de la vida de los usuarios.
Técnicamente, Manifest V3 es un documento que describe cómo debe estructurarse una extensión. Define qué API están disponibles para su uso, qué recursos pueden conectarse, cómo se procesan los datos transmitidos a través de la extensión e incluso cómo interactúa con el propio navegador. Estas reglas son obligatorias y su incumplimiento conlleva la eliminación de la extensión de Chrome Web Store.
Manifest V3 trajo una serie de cambios radicales que afectan prácticamente todos los aspectos del funcionamiento de las extensiones. Para comprender el alcance de las innovaciones, es importante analizar cada una de ellas en detalle.
Uno de los cambios más debatidos fue la restricción del uso de Web Request API. Esta herramienta fue ampliamente utilizada por los desarrolladores de bloqueadores de anuncios como uBlock Origin y Adblock Plus, así como por otras extensiones que modificaban las solicitudes de red. Gracias a Web Request API, las extensiones podían interceptar y modificar solicitudes HTTP "sobre la marcha", lo que permitía, por ejemplo, eliminar banners publicitarios de páginas web o bloquear rastreadores.
Sin embargo, en Manifest V3 esta función ha sido reemplazada por Declarative Net Request API. La nueva API funciona de manera diferente: requiere que los desarrolladores especifiquen reglas para el procesamiento de solicitudes por adelantado, que luego son ejecutadas por el propio navegador. Esto elimina la posibilidad de un procesamiento dinámico de las solicitudes, lo que limita la flexibilidad y funcionalidad de las extensiones.
Google afirma que esta medida está destinada a mejorar la seguridad, ya que Web Request API a menudo era utilizada por extensiones maliciosas para robar datos o interferir con el funcionamiento de los sitios web. Sin embargo, esta limitación ha generado descontento entre usuarios y desarrolladores, quienes consideran que la innovación causará más daño que beneficio.
Otro cambio importante se refiere a los scripts en segundo plano, que se usaban para ejecutar tareas prolongadas en tiempo real. En Manifest V2, los desarrolladores podían crear scripts que funcionaban en segundo plano y aseguraban una interacción constante de la extensión con el navegador. Por ejemplo, estos scripts permitían rastrear cambios en sitios web, procesar datos o enviar notificaciones.
Con la introducción de Manifest V3, el trabajo en segundo plano ya no es posible. En su lugar, se utilizan service workers, procesos especiales que solo se activan cuando es necesario y terminan su trabajo inmediatamente después de completar la tarea. Esto reduce la carga en el sistema, pero complica la implementación de muchas funciones que antes se ejecutaban de manera continua.
Manifest V3 también incluye reglas más estrictas para la verificación del código. Ahora, las extensiones deben pasar una auditoría detallada para confirmar su seguridad. Esto debería reducir la cantidad de extensiones maliciosas en Chrome Web Store, pero al mismo tiempo, agrega dificultades para los pequeños desarrolladores, quienes deben invertir más tiempo y recursos para cumplir con los nuevos requisitos.
Google justifica la introducción de Manifest V3 con tres objetivos principales:
A pesar de los objetivos declarados, los cambios que trae consigo Manifest V3 generan opiniones contradictorias. Para los usuarios comunes, estos cambios pueden no ser tan beneficiosos.
Los bloqueadores de anuncios son algunas de las extensiones más populares para Chrome, y su eficacia depende directamente de las API que utilizan. Con la transición a Declarative Net Request API, estas extensiones pierden gran parte de su flexibilidad. Esto podría hacer que algunos anuncios ya no sean bloqueados y que los usuarios deban soportarlos o buscar alternativas.
Para los pequeños desarrolladores, los nuevos requisitos pueden ser demasiado complejos. Esto conducirá a una reducción en la cantidad de herramientas disponibles en Chrome Web Store y a una menor competencia.
Algunos críticos creen que los cambios en Manifest V3 benefician principalmente a Google, que obtiene más control sobre el ecosistema del navegador. Por ejemplo, limitar las capacidades de los bloqueadores de anuncios puede ayudar a aumentar los ingresos por publicidad, que es la principal fuente de ganancias de una empresa.
Manifest V3 no es solo una actualización técnica, sino un cambio importante que afecta todos los aspectos del navegador y las extensiones. Por un lado, tiene como objetivo mejorar la seguridad y la productividad. Por otro lado, suscita serias preocupaciones debido a sus limitaciones. Los usuarios pueden elegir. permanecer dentro del ecosistema de Google o buscar alternativas que ofrezcan más libertad.