256 genes: la clave para resolver el misterio: la depresión y las enfermedades cardíacas tienen una base genética común

Científicos han identificado una conexión genética entre la depresión y las enfermedades cardiovasculares (ECV), descubriendo un módulo de 256 genes que se correlaciona con ambos estados. Este descubrimiento allana el camino para el desarrollo de nuevos métodos de tratamiento que aborden simultáneamente ambas enfermedades.

El estudio, realizado en la Universidad de Tampere (Finlandia), demostró que ciertos genes pueden jugar un papel clave en el desarrollo tanto de la depresión como de las ECV. La doctora Binisha H. Mishra, autora principal del estudio, señaló: "Analizamos los perfiles genéticos en la sangre de personas con depresión y ECV y encontramos 256 genes en un solo módulo cuya expresión en niveles altos o bajos aumenta el riesgo de ambas enfermedades."

Los datos fueron recopilados como parte del "Estudio de Jóvenes Finlandeses" (YFS), iniciado en 1980 y que abarcó a más de 3,500 niños y adolescentes. Los participantes fueron observados regularmente durante más de 40 años, lo que permitió a los científicos obtener datos importantes sobre el desarrollo de enfermedades desde la infancia hasta la vida adulta.

De todos los módulos genéticos analizados, uno en particular se destacó. Denominado "darkred", este módulo incluía los 256 genes mencionados y mostró una correlación significativa tanto con las métricas de ECV como con la escala de evaluación de la depresión BDI-II. Esto confirma la hipótesis de comorbilidad entre la depresión y las ECV.

Estudios previos ya habían señalado una conexión entre la depresión y las ECV, destacando que las personas con depresión a menudo enfrentan problemas cardiovasculares y viceversa. Pero la investigación actual añade una nueva dimensión, vinculando ambos estados a nivel genético, lo que podría contribuir al desarrollo de nuevos métodos de diagnóstico y terapia que impacten específicamente en ambas enfermedades.

Este descubrimiento no solo reafirma los datos conocidos sobre la relación entre la depresión y las ECV, sino que también abre nuevas perspectivas para la medicina en la lucha contra estas enfermedades ampliamente prevalentes, prometiendo enfoques más efectivos y dirigidos en el tratamiento y la prevención.