Apple y Google se enfrentan a demandas sin precedentes por parte de los reguladores europeos.
La Comisión Europea exigió a Apple y Google modificar productos clave para cumplir con la Ley de Mercados Digitales (DMA). De lo contrario, las empresas podrían enfrentarse a multas de hasta el 10% de sus ingresos globales. Esta decisión aumenta la presión sobre las corporaciones estadounidenses y representa un desafío para la administración de Donald Trump, que anteriormente calificó la regulación europea de “extorsión”.
A Apple se le ordenó abrir el acceso a desarrolladores externos a funciones del iPhone como notificaciones y emparejamiento de dispositivos, así como cambiar las reglas de interacción con los desarrolladores. Google, por su parte, debe dejar de promover sus propios servicios en el buscador y la tienda de aplicaciones en detrimento de sus competidores.
La UE intentó evitar la politización del asunto: no hubo conferencia de prensa pública, y la declaración estuvo acompañada de la aclaración de que se trata simplemente de la aplicación de la ley. Sin embargo, en EE. UU. la decisión generó descontento. Anteriormente, Trump firmó un memorando para proteger a las empresas estadounidenses de la presión extranjera, mencionando en él la DMA.
En Europa señalan que el caso de Apple se relaciona con la demanda antimonopolio del Departamento de Justicia de EE. UU. Google, por su parte, declaró que ya ha hecho concesiones, lo que ha provocado una disminución del tráfico para sus socios europeos. No obstante, Bruselas insiste en medidas más radicales.
En las próximas semanas se esperan nuevas decisiones sobre la DMA, que podrían incluir sanciones específicas y afectar aún más al mercado de los gigantes digitales.