El sermón del Jesús de la IA: Jensen Huang revela sus planes para dominar la industria

El sermón del Jesús de la IA: Jensen Huang revela sus planes para dominar la industria

La conferencia anual Nvidia GTC dejó claro que la competencia no tiene ninguna oportunidad.

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La conferencia tecnológica Nvidia GTC en San José batió todos los récords de asistencia: más de 25.000 invitados acudieron para escuchar el discurso del legendario Jensen Huang sobre el futuro de la inteligencia artificial. La arena de hockey apenas pudo albergar a todos los que querían ver al CEO de la compañía, apodado en la industria como el "Jesús de la IA". Las calles de la ciudad se tiñeron de los colores negro y verde característicos del fabricante de chips, mientras que el precio de las habitaciones de hotel se disparó hasta los 1.800 dólares por noche.

Entre los asistentes al foro se encontraban figuras clave del mundo tecnológico: el CEO de Dell Technologies, Michael Dell; el fundador de DreamWorks y del fondo de inversión WndrCo, Jeffrey Katzenberg; y el director ejecutivo de ServiceNow, Bill McDermott. "GTC está completamente lleno", bromeó Huang al inaugurar el evento. "Para acomodar a más personas, tendremos que ampliar la ciudad de San José".

Cuesta creer que en 2009 la primera conferencia GTC se asemejara a un seminario universitario: unas pocas docenas de científicos reunidos en un hotel para presentar sus investigaciones en paneles blancos simples. En aquel entonces, Jensen recorría personalmente cada póster, analizando atentamente los detalles de los trabajos científicos.

El camino desde una modesta reunión académica hasta el evento más importante en el mundo de la inteligencia artificial refleja los cambios globales en la industria. Hoy en día, robots, redes neuronales y vehículos autónomos inundan los pabellones de exposición de GTC, mientras que el valor de mercado de Nvidia ha pasado de 8.000 millones a casi 3 billones de dólares. La demanda de sus procesadores gráficos sigue en aumento a medida que más corporaciones adoptan la inteligencia artificial.

Los sistemas de IA generativa, capaces de mantener conversaciones, crear imágenes y escribir programas, se han convertido en una auténtica mina de oro para la corporación. Microsoft, Amazon, Google y Meta* están invirtiendo cientos de miles de millones de dólares en el desarrollo de estas tecnologías, adquiriendo procesadores en cantidades cada vez mayores.

Sin embargo, el vertiginoso crecimiento de la industria ha despertado dudas entre los expertos de Wall Street y Silicon Valley: ¿podrán las tecnologías de IA justificar las enormes inversiones? En particular, la sorpresa llegó con el éxito de la pequeña empresa china DeepSeek en enero. Sus ingenieros lograron desarrollar un sistema de IA avanzado utilizando solo una fracción de los chips que normalmente se requieren. Esta noticia provocó una caída del valor de las acciones de Nvidia en 600.000 millones de dólares en un solo día.

Durante la conferencia, Jensen Huang intentó disipar los temores de los escépticos. Explicó cómo las redes neuronales modernas están mejorando su precisión gracias a miles de cálculos adicionales en cada consulta. Este enfoque no solo hace que los sistemas sean super eficientes, sino también verdaderamente útiles: podrán realizar tareas cotidianas de manera autónoma, como elaborar listas de compras y hacer pedidos de productos.

Para finales de 2026, Nvidia planea lanzar una nueva generación de procesadores gráficos llamados Rubin. Estos chips permitirán crear supercomputadoras con cuatro veces más unidades de procesamiento que los sistemas actuales. Al mismo tiempo, la potencia de estos complejos aumentará 14 veces, mientras que el consumo de energía disminuirá. "Cuanto más compras, más ahorras", enfatizó el CEO de la compañía.

El éxito de la serie Rubin es crucial para el futuro del gigante tecnológico. Amazon, Google y Meta ya están desarrollando sus propios chips de IA, y el panorama tecnológico está en constante cambio debido a nuevas innovaciones. Según los analistas, para 2028, el gasto anual en centros de datos superará el billón de dólares, y Huang, por supuesto, espera captar una gran parte de este mercado.

Durante la conferencia, el CEO de Nvidia anunció varios proyectos de asociación de gran envergadura. El gigante automotriz General Motors utilizará las herramientas de la compañía para el diseño de automóviles y la planificación de producción. En colaboración con Google DeepMind y Disney Research, se está desarrollando software para robots. Para demostrarlo, en el escenario se presentó un robot del tamaño de un niño, con un diseño similar al personaje WALL-E de la película de Pixar.

Detrás de GTC hay una enorme labor de preparación. Dos meses antes del evento, Huang comienza a trabajar con los equipos de producción para seleccionar los productos que se anunciarán. Junto con los especialistas en marketing, elabora presentaciones y verifica cada dato y cifra. Sin embargo, el texto de su discurso nunca se escribe de antemano: cuando aparece en el escenario con su icónica chaqueta de cuero negra, Huang improvisa completamente. Sus discursos a menudo se extienden: en lugar de la hora y media planificada, puede hablar durante más de dos horas.

La historia del éxito de Nvidia está intrínsecamente ligada al desarrollo de la inteligencia artificial. En 2014, Huang tomó una decisión audaz: dedicó la mayor parte de su discurso en GTC a la aplicación de las GPU en el aprendizaje automático. Esto provocó el descontento de los desarrolladores de videojuegos, que eran los clientes tradicionales de la empresa. "¿Qué es este nuevo juguete brillante?", se quejaban. Sin embargo, los expertos en IA comprendían que se avecinaban cambios fundamentales.

En 2016, Nvidia suministró un potente superordenador al laboratorio OpenAI. Seis años después, este centro de investigación lanzó ChatGPT, marcando el inicio de una verdadera revolución tecnológica. Los indicadores financieros de la empresa se dispararon: los ingresos anuales pasaron de 4.370 millones de dólares en el año fiscal 2023 a 72.880 millones el año pasado, un crecimiento de más de 15 veces.

"Jensen finalmente logró su sueño: convertirse en el CEO más famoso", señala el director técnico de Databricks, Naveen Rao. "El éxito fulminante se gestó durante años: simplemente supo ver el potencial de la inteligencia artificial antes que los demás".

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