Cómo las tecnologías más avanzadas de interferometría hacen posible una resolución sin precedentes.
Cuando las personas miran el cielo nocturno, su visión está muy limitada. Las pupilas de los ojos pueden alcanzar un diámetro de alrededor de 7 mm, lo que limita la cantidad de luz que puede entrar en los ojos. Esto afecta la sensibilidad a los objetos débiles. Solo vemos luz visible, y la resolución máxima que se puede alcanzar está determinada por el número de longitudes de onda que caben en el diámetro de las pupilas. Por eso, las estrellas Mizar y Alcor en la constelación de la Osa Mayor se ven como dos puntos separados, y la estrella doble Albireo en el Triángulo de Verano solo se puede ver separada con binoculares o un telescopio. Tradicionalmente, para mejorar las observaciones, los astrónomos han intentado construir telescopios con aperturas más grandes. Sin embargo, la creación de telescopios gigantes está asociada con dificultades técnicas y costos colosales. Un nuevo enfoque ofrece una solución alternativa: en lugar de un telescopio gigante, utilizar un sistema de instrumentos más pequeños que trabajan como un todo.
La característica clave del método radica en la sincronización del trabajo de varios telescopios unidos en un sistema interferométrico. Esto permite alcanzar una capacidad de resolución determinada no por el tamaño de un telescopio individual, sino por la distancia entre los instrumentos más alejados del sistema.
El proyecto insignia en este campo será el Interferómetro del Observatorio Magdalena Ridge ( MROI ) en los EE. UU. Esta ambiciosa instalación consistirá en 10 telescopios, cada uno con un diámetro de 1,4 metros. Se planea colocar los telescopios en 28 estaciones, lo que permitirá cambiar la configuración del sistema de manera flexible. La distancia máxima entre los telescopios extremos será de impresionantes 340 metros.
En comparación, el diámetro del espejo principal del Hubble es de solo 2,4 metros. Teóricamente, el MROI podrá obtener imágenes 142 veces más detalladas que el legendario telescopio espacial. Esto abre perspectivas realmente emocionantes para el estudio del espacio.
El elemento clave del sistema es la instalación para combinar los haces de luz de todos los telescopios de la matriz. Este componente extremadamente complejo ya ha sido creado, lo que ha sido un paso importante hacia la implementación del proyecto.
La nueva tecnología permitirá a los astrónomos mirar en los rincones más escondidos del Universo. Los científicos podrán estudiar en detalle los discos protoplanetarios alrededor de estrellas jóvenes, observar la actividad de agujeros negros supermasivos en los centros de las galaxias e investigar otros objetos cósmicos misteriosos con una nitidez nunca antes vista.
Sin embargo, el método tiene una limitación: el objeto observado debe ser lo suficientemente brillante para ser captado por los pequeños telescopios individuales del sistema.
A pesar de las dificultades técnicas, los expertos creen que la inversión en el desarrollo de la interferometría óptica puede convertirse en una de las áreas más prometedoras en la astronomía moderna. Esta tecnología promete hacer una verdadera revolución en nuestra comprensión del cosmos, permitiéndonos ver el Universo en detalles con los que los científicos antes solo podían soñar.
A medida que el proyecto MROI y sistemas similares avancen, podemos esperar un flujo de descubrimientos científicos únicos que ayudarán a arrojar luz sobre muchos misterios del espacio: desde los procesos de formación de planetas hasta la evolución de las galaxias y la naturaleza de la misteriosa materia oscura.