Las primeras pruebas exitosas a bordo de un avión abren nuevas posibilidades.
En el Reino Unido, se llevaron a cabo las primeras pruebas de tecnologías cuánticas a bordo de un avión de corta distancia, lo que podría marcar el comienzo de una era post-GPS. Estas tecnologías prometen una nueva era en la navegación, donde el posicionamiento satelital dará paso a métodos más avanzados. Sin embargo, los plazos exactos para la adopción generalizada de estas tecnologías cuánticas aún son inciertos.
Max Pérez, vicepresidente de la empresa Infleqtion, declaró que la primera aplicación significativa será en la navegación autónoma. A medida que disminuyan los tamaños de los sistemas, podrán ser utilizados en otras áreas donde las señales GPS pueden debilitarse, incluyendo la minería autónoma y otras áreas industriales. Eventualmente, la aplicación más amplia será en vehículos autónomos personales, tanto terrestres como aéreos.
La base de la tecnología de Infleqtion es un estado de la materia conocido como condensado de Bose-Einstein (BEC), extremadamente sensible a las aceleraciones. En ausencia de una señal externa de GPS, un avión que puede rastrear con precisión cada una de sus rotaciones y aceleraciones puede determinar su posición exacta en relación con su última ubicación conocida.
Según Pérez (la empresa aún no ha publicado un artículo sobre su último logro relevante), su dispositivo portátil BEC de Infleqtion ocupa de 8 a 10 unidades de espacio en un rack estándar. (Una unidad de rack corresponde a 48.3 cm de ancho y 60–100 cm de profundidad del rack estándar de servidor).
En mayo, la empresa probó su equipo a bordo de un avión British Aerospace 146. Durante las pruebas, los láseres crearon una nube de átomos de rubidio ultrarrefrigerada, estableciendo un estado cuántico unificado entre los átomos. Esto permitió crear condiciones cuánticas ultrasensibles para todo el grupo de átomos, lo suficientemente grande como para ser manipulado con equipos de laboratorio estándar.
Utilizando el dualismo onda-partícula, los ingenieros pueden dividir el BEC en dos o más paquetes coherentes de ondas de materia. Al recombinarse, los patrones de interferencia de varios paquetes de ondas se estudian para identificar incluso las aceleraciones más pequeñas que los acelerómetros tradicionales no pueden medir.
En la práctica, cualquier acelerómetro basado en BEC debe al menos igualar la sensibilidad de las tecnologías de acelerómetros tradicionales existentes. Pérez espera que Infleqtion pueda mantener la precisión dentro de una milla náutica durante un mes o más, o aumentar la sensibilidad dentro de una semana a una décima de milla náutica.
Doug Finke, editor en jefe de la empresa de investigación Global Quantum Intelligence, cree que los dispositivos de navegación cuántica podrían convertirse en una aplicación clave para las tecnologías de sensores cuánticos. Sin embargo, persisten grandes obstáculos en cuanto a la reducción de costos, tamaño y aumento de la fiabilidad de la tecnología. Si la tecnología sigue el desarrollo de las computadoras, desde los grandes mainframes hasta los dispositivos de bolsillo, podría volverse omnipresente e incluso reemplazar al GPS a finales de siglo.
Dana Howard, presidenta de la Fundación de Navegación y Tiempo Sostenible, sugiere que la aplicación práctica de la tecnología a una amplia audiencia no aparecerá antes de 10-15 años.