La sombra criminal de Starlink: capturan camionetas con internet espacial en la frontera

Las autoridades tailandesas confiscaron un gran lote de equipos de internet satelital Starlink destinados a su uso en centros de estafa ubicados en la vecina Myanmar.

Se trata de 38 transmisores escondidos en un camión interceptado en el distrito de Mae Sot, en la frontera. Es la segunda incautación de equipos Starlink en las últimas semanas: el 11 de marzo, la policía interceptó otros 10 terminales antes de que cruzaran la frontera.

Según los medios locales, el control se realizó en un puesto fronterizo, donde los agentes se fijaron en una camioneta Isuzu blanca cargada con decenas de cajas. En su interior había dispositivos Starlink, similares a los encontrados anteriormente en centros utilizados por criminales en Myanmar. En estos lugares, organizaciones delictivas mantienen a personas contra su voluntad y las obligan a participar en fraudes en línea, incluyendo falsas inversiones en criptomonedas y otros esquemas. Estos centros necesitan acceso rápido y estable a internet, que proporcionan justamente estos terminales satelitales.

En febrero, el gobierno tailandés ya había intentado limitar las operaciones criminales cortando la electricidad y las telecomunicaciones en algunas zonas fronterizas de Myanmar. Sin embargo, esto no detuvo a los estafadores, que pasaron a utilizar canales de comunicación satelital autónomos. En ese momento, el ministro de economía digital de Tailandia declaró que el uso criminal de satélites de órbita baja se convertiría en una prioridad.

Además, un parlamentario se dirigió directamente a Elon Musk, señalando que hay pruebas confirmadas del uso activo del equipo de su empresa en operaciones fraudulentas masivas en la región. Posteriormente, expertos de WIRED publicaron una investigación basada en datos de teléfonos móviles, que reveló que al menos ocho centros utilizaron Starlink durante varios meses y que cientos de dispositivos se conectaron a los terminales.

A pesar de las normas internas de Starlink que prohíben las actividades fraudulentas y la transmisión de datos no deseados, y a pesar de las restricciones para operar en países sin licencia, como Myanmar, el equipo sigue entrando en zonas grises. En abril de 2024, la empresa notificó a sus clientes que los terminales en esas regiones dejarían de funcionar a finales de mes. Sin embargo, en la práctica, los dispositivos siguen disponibles en el mercado negro y caen fácilmente en manos de criminales.

Ante esta situación, analistas del Centro Stimson en EE.UU. instaron a Starlink a reforzar el control sobre el uso de sus servicios. Entre las propuestas se encuentran procedimientos estrictos de verificación de clientes y el monitoreo de actividades sospechosas, como múltiples conexiones en zonas conocidas por fraudes o reventa no autorizada de equipos.

También señalaron la necesidad de cooperación internacional y mayor regulación por parte de los gobiernos. En su opinión, las empresas tecnológicas deben asumir la responsabilidad por el uso indebido de sus servicios, especialmente cuando se trata de esquemas criminales a gran escala que incluyen anuncios falsos, llamadas fraudulentas y sitios web de phishing.