Secretos financieros y tributos: Elon Musk obtiene palancas de influencia en el mercado

El equipo de DOGE obtuvo acceso a una gran cantidad de datos confidenciales de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB). Los datos incluyen información sobre investigaciones de las fuerzas del orden, informes financieros de empresas e incluso secretos comerciales. La filtración de estos datos podría causar un gran daño a la reputación de las empresas y afectar su posición en el mercado.

La exjefa tecnológica de la CFPB comentó que los empleados de DOGE recibieron privilegios "increíbles" en el sistema de acceso a datos. A principios de febrero, varios miembros de DOGE se movían libremente por las oficinas protegidas de la CFPB, intentando acceder a despachos cerrados. Al día siguiente, la directora presentó su renuncia.

Según [una demanda](https://www.documentcloud.org/documents/25546771-govuscourtsdcd277287141/), presentada por el Sindicato Nacional de Servidores Públicos [contra](https://www.documentcloud.org/documents/25546772-govuscourtsdcd27728710-1/) la CFPB, el 7 de febrero DOGE obtuvo acceso a todas las bases de datos no clasificadas de la CFPB. Anteriormente, solo algunos empleados seleccionados, que pasaban un riguroso proceso de selección, podían acceder a esos datos. Ahora, el equipo de DOGE puede ver información sobre las ganancias de las empresas, estrategias comerciales e incluso transacciones financieras.

Las organizaciones financieras están preocupadas, pero prefieren no hacer comentarios públicos. Las asociaciones bancarias y otros actores del mercado se han negado a comentar. Sin embargo, según exfuncionarios de la CFPB, las empresas están discutiendo activamente la situación en círculos cerrados.

Una fuente anónima, que trabajó previamente en la agencia, señala que normalmente el acceso a esta información se concede solo después de una estricta verificación, capacitación en privacidad y ciberseguridad. En el caso de DOGE, parece que estos procedimientos no fueron seguidos. La agencia alberga información muy valiosa, incluidos algoritmos de decisiones crediticias basadas en IA. Los empleados temen que una filtración de datos confidenciales sea inevitable.

Las preocupaciones aumentan debido al hecho de que la CFPB [canceló](https://news.bloomberglaw.com/banking-law/cfpb-cancels-more-than-100-million-in-contracts-amid-doge-probe) contratos de ciberseguridad por un valor superior a los 100 millones de dólares. Esto hace que las bases de datos de la agencia sean vulnerables a los hackers.

La CFPB regula bancos, empresas hipotecarias, servicios de pagos en línea y otras organizaciones financieras. A veces, la agencia realiza auditorías de las organizaciones. Sin embargo, la propia información sobre investigaciones puede afectar el valor de las acciones y dañar la reputación de las empresas.

La situación se complica aún más debido a que Musk tiene intereses en diversas áreas, desde los automóviles (Tesla) hasta las tecnologías financieras (X Payments). Los senadores consideran que DOGE podría utilizar el acceso a los datos de la CFPB en beneficio de los negocios de Musk. La CFPB ya investigó las actividades de PayPal y Cash App, y ahora su información confidencial podría estar en manos de DOGE.

En el Congreso de EE. UU. han comenzado a investigar si los empleados de DOGE están utilizando redes no seguras y si podrían estar transmitiendo información confidencial a terceros. También han surgido informes sobre intentos de conectar servidores no autorizados a los sistemas federales.

La CFPB aún no ha emitido comentarios oficiales. Sin embargo, la preocupación entre las empresas financieras está en aumento. Las posibles filtraciones de datos, los conflictos de interés y el riesgo de ciberataques podrían tener graves consecuencias.

Cuando se informó desde la Casa Blanca que DOGE [obtendría acceso](https://www.securitylab.ru/news/556635.php) a los sistemas del Servicio de Impuestos Internos (IRS) y la Administración de Seguridad Social (SSA), la comisionada interina de la SSA, Michelle King, dejó su cargo, negándose a proporcionar acceso a los datos de DOGE.