Varias personalidades de los medios de comunicación se encontraron en el epicentro de ataques inusuales.
En la red social Bluesky se produjo un gran escándalo relacionado con un caso de fraude: delincuentes organizaron un esquema de extorsión dirigido a periodistas, empresarios y otras figuras mediáticas, utilizando sus nombres de dominio.
El incidente comenzó cuando el periodista de Bloomberg Connor Sen informó que fue víctima de extorsión. Un usuario desconocido compró un dominio con su nombre y le ofreció comprarlo por una suma elevada. La situación se complicó aún más con una cuenta falsa que se hacía pasar por el fundador de The Hustle, Sam Parr, quien afirmaba que no se trataba de extorsión, sino de una demanda razonable.
Cuando el verdadero Sam Parr intervino, el estafador utilizó varias cuentas falsas para desacreditarlo. Los errores de moderación de Bluesky solo empeoraron la situación: la cuenta real de Parr fue bloqueada temporalmente, mientras que las cuentas falsas permanecieron activas.
El estafador también atacó a otras figuras conocidas, incluyendo al bloguero Matt Yglesias y a los empresarios Alex Lieberman y Sahil Bloom. El objetivo principal del esquema eran empresarios e inversores que no habían registrado sus dominios a tiempo. Muchas de las cuentas falsas fueron eliminadas posteriormente, pero la situación destacó la vulnerabilidad de la plataforma.
Bluesky utiliza dominios para la verificación, pero esta estrategia resultó ineficaz. El ciberocupación, prohibido por la ley de EE. UU. desde 1999, requiere costosos procedimientos legales para proteger los derechos. Los usuarios enfrentan riesgos si no registran los dominios con sus nombres.
El incidente puso de manifiesto las deficiencias en el sistema de moderación de Bluesky. La respuesta de la plataforma fue lenta: las cuentas fraudulentas permanecieron activas durante más de un día a pesar de los numerosos informes de los usuarios. Como señaló Sen, resolver el problema requirió captar la atención de la dirección de manera pública.
Los expertos consideran que Bluesky debe replantear sus enfoques de verificación y fortalecer los mecanismos de moderación. De lo contrario, la plataforma corre el riesgo de perder la confianza de su audiencia y de sus usuarios clave.