¿Qué pueden hacer las abejas matemáticas y las hormigas jardineras?
Cuando se habla de la inteligencia animal, las personas suelen pensar en mamíferos o aves, pero ¿y si también hay genios entre los insectos? Los científicos han estudiado las capacidades cognitivas de diferentes especies de insectos, y sus hallazgos nos hacen reconsiderar la percepción que tenemos de estos pequeños representantes de la fauna.
Abejas: maestras de la aritmética y la comunicación
Las abejas no solo tienen una excelente orientación espacial, encontrando las rutas más óptimas entre las flores, sino que también pueden resolver problemas matemáticos . Según investigaciones, entienden el concepto de cero y son capaces de diferenciar números pares e impares. Su sobresaliente memoria y avanzadas habilidades comunicativas les permiten intercambiar información compleja con sus congéneres: por ejemplo, utilizan danzas para transmitir datos sobre la ubicación de fuentes de alimento.
El comportamiento inusual de estos insectos se manifiesta especialmente en situaciones de estrés. Por ejemplo, las abejas melíferas asiáticas emiten fuertes señales de alarma para advertir sobre amenazas de avispas. Si caen al agua, generan ondas que las ayudan a flotar, como pequeños surfistas. Incluso con un cerebro diminuto, estas trabajadoras pueden encontrar soluciones ingeniosas y merecen, sin duda, el título de intelectuales en el mundo natural.
Hormigas: estrategas y médicos de la colonia
Aunque las hormigas son menos conocidas por sus habilidades "académicas," destacan por su enfoque práctico de la vida. Muchas especies practican el "cultivo": cultivan hongos o crían pulgones, construyéndoles refugios y protegiéndolos de las inclemencias del tiempo. Los pulgones recompensan a las hormigas produciendo una sustancia nutritiva llamada rocío de miel.
Además, las hormigas desarrollan estrategias de supervivencia complejas, únicas y extremadamente elaboradas. En situaciones de peligro, algunas especies forman balsas vivas con sus cuerpos, y durante las batallas, tratan a sus compañeros heridos mediante amputaciones y el uso de antibióticos naturales.
Avispas: cazadoras solitarias con métodos singulares
Mientras que las abejas y las hormigas dependen del colectivo, las avispas, como el halcón tarántula, actúan en solitario. Las hembras de estas avispas localizan grandes arañas, las paralizan y las transportan a madrigueras previamente preparadas. En el cuerpo inmóvil de la araña depositan un huevo, y la larva que nace utiliza el cuerpo como fuente de alimento y lugar para desarrollarse.
¿Qué define la inteligencia de los insectos?
El principal desafío para los científicos sigue siendo cómo medir la inteligencia en seres con cerebros tan diminutos. Por ejemplo, el cerebro de una abeja tiene el tamaño de una semilla de amapola. Sin embargo, su comportamiento revela funciones cognitivas complejas. Esto se debe a la adaptación evolutiva, que les permite resolver tareas específicas necesarias para su supervivencia.
El estudio de los insectos no solo ayuda a descubrir sus capacidades, sino también a comprender cómo el cerebro puede optimizar su funcionamiento en condiciones de recursos limitados. Las abejas, hormigas y avispas demuestran que incluso los organismos más simples son capaces de realizar trucos sofisticados frente a los peligros y las duras condiciones, lo que nos obliga a replantear nuestra visión tradicional de la inteligencia.