¿No somos los primeros artistas del planeta? En España descubren una galería de 66.000 años

Una profunda cueva en el oeste de España ha sido escenario de un sorprendente descubrimiento que podría obligar a los antropólogos a replantearse completamente la historia del arte. En la cueva de Maltravieso se encontraron huellas de manos humanas con más de 66.000 años de antigüedad, lo que sugiere que los primeros artistas de la historia no fueron los Homo sapiens, sino los neandertales.

Las huellas y plantillas de manos humanas son una de las formas más antiguas de expresión visual conservadas en estratos arqueológicos. En la cueva de Maltravieso se contabilizan más de 60 huellas rojas, aunque su edad exacta fue durante mucho tiempo un misterio. Estas se realizaron con una técnica muy simple: un pigmento rojo se aplicaba en la pared y la mano se usaba como plantilla. Algunas de estas imágenes están en lugares de difícil acceso dentro de la cueva, lo que sugiere que su creación requirió esfuerzos significativos y podría haber tenido un significado ritual o simbólico.

Determinar la antigüedad de este tipo de arte es una tarea compleja. El análisis por radiocarbono, común en arqueología, no es aplicable aquí porque los pigmentos minerales carecen de material orgánico. Los investigadores emplearon el método de datación por uranio-torio, que permite determinar la edad de las costras de carbonato que recubren las pinturas. Este método ofrece una datación mínima: las imágenes podrían ser significativamente más antiguas si la mineralización ocurrió de forma gradual.

En un estudio cuyos resultados fueron publicados en la revista Journal of Archaeological Science: Reports , un equipo de científicos analizó los depósitos de carbonato en dos salas clave de la cueva: la "Galería de la Serpiente" y la "Sala de las Pinturas". Se recolectaron 22 muestras de costras, que luego fueron analizadas en el laboratorio de la Universidad de Southampton.

La datación por uranio-torio tiene otra gran ventaja: no daña las pinturas originales, lo que permite conservarlas para futuras investigaciones. La costra más antigua analizada tiene una edad de 66.700 años, lo que sugiere que los neandertales fueron los autores de estas pinturas.

Sin embargo, la edad de otras muestras varía entre 46.600 y 55.200 años. La formación de las costras fue un proceso complejo: la humedad que se infiltraba en la cueva depositaba minerales de manera desigual. No obstante, incluso las costras más "jóvenes" confirman que las pinturas se realizaron mucho antes de la llegada de los humanos modernos a la región.

Los investigadores destacan que todavía desconocemos mucho sobre los neandertales. Las huellas encontradas demuestran que nuestros antiguos vecinos tenían capacidad para el pensamiento abstracto y la expresión simbólica. Estos hallazgos coinciden con descubrimientos en otras partes de España, como en la cueva de La Pasiega, donde se encontró una pintura roja con más de 64.800 años de antigüedad, creada también con pigmentos minerales.

El hallazgo en Maltravieso supera en antigüedad a otros ejemplos conocidos de arte rupestre. Por ejemplo, en la cueva indonesia de Leang-Timpuseng, las pinturas tienen una edad aproximada de 39.900 años.

Otro descubrimiento interesante son las huellas de manos y pies encontradas en la meseta tibetana, que datan de hace unos 200.000 años. Sin embargo, no existe consenso sobre si pueden considerarse arte o simplemente evidencias de actividad humana. Por ahora, los científicos se inclinan más hacia la segunda opción, aunque no descartan completamente su posible significado simbólico.

Volviendo a la cueva de Maltravieso, cabe señalar que el proceso de creación de estas huellas probablemente se transmitió de generación en generación, ya que se han identificado dibujos similares realizados con una diferencia de milenios.

Estos descubrimientos confirman que el arte como forma de expresión surgió mucho antes de la aparición del Homo sapiens. Los neandertales, considerados durante mucho tiempo como primitivos, demuestran poseer una notable capacidad para el pensamiento complejo y el comportamiento simbólico. Hallazgos como este continúan transformando nuestra comprensión de la historia temprana de la humanidad. El siguiente paso será analizar otros sistemas de cuevas en la región para determinar la extensión de esta tradición artística.