Los pequeños animales no pueden distinguir entre la realidad y la simulación.
Científicos de la Universidad de Flinders en Australia llevaron a cabo un experimento poco convencional, sumergiendo insectos y crustáceos en la realidad virtual. Resulta que los animales reaccionan a los obstáculos y amenazas virtuales de la misma manera que lo harían en su entorno real. Y, de manera sorprendente, este trabajo abre muchas nuevas perspectivas para las tecnologías.
Para la prueba, se desarrolló un software especial que sincroniza los movimientos de los insectos con la simulación. Imagina una mosca volando en VR y esquivando obstáculos como si fueran reales, o un cangrejo huyendo de un ave digital depredadora. Todo esto ocurre en tiempo real, y el sistema ajusta con precisión el entorno para adaptarse al comportamiento del animal, creando una experiencia lo más realista posible.
El doctor Yuri Ogawa, uno de los autores del trabajo, explicó que se utilizaron algoritmos de aprendizaje automático y visión por computadora para registrar cómo los pequeños sujetos reaccionan ante amenazas artificiales.
Pero, ¿por qué hacer todo esto? Resulta que tales experimentos ayudan a comprender mejor cómo funciona el comportamiento de los insectos, sus reacciones y características fisiológicas. Con la ayuda de tecnologías de realidad virtual, los científicos pueden realizar pruebas en condiciones más naturales que en los experimentos estándar de laboratorio, donde el entorno está lejos de ser realista. Por ejemplo, las observaciones de las moscas proporcionan nuevos datos sobre cómo maniobran durante el vuelo. Y esto no solo es útil para los biólogos, sino también para los ingenieros que desarrollan drones, robots e incluso sistemas aeronáuticos.
El sistema para crear mundos virtuales fue diseñado para que los científicos de todo el mundo, incluso aquellos que no saben programar, puedan usarlo. Funciona sobre la plataforma Unity Editor y se puede ejecutar en computadoras comunes.
Raymond Aucar, otro participante en la investigación, señaló que las tecnologías modernas de realidad virtual se han vuelto tan simples y convenientes que ahora pueden aplicarse en una amplia variedad de campos, desde la biología hasta la ingeniería. Su colega, el doctor Richard Leibbrandt, añadió que la realidad virtual ya se utiliza activamente en áreas como la salud, el transporte y la arquitectura, y los experimentos con animales solo confirman su versatilidad.
Este es otro ejemplo de cómo las tecnologías que solemos usar solo para el entretenimiento están ayudando a la ciencia a avanzar y a encontrar respuestas a preguntas que antes parecían inalcanzables.