La historia de uno de los esquemas más sofisticados de lavado de dinero.
Las criptomonedas se están convirtiendo en herramientas de una maquinaria criminal global, y el problema alcanza proporciones significativas cuando se trata del narcotráfico. Recientemente, documentos judiciales revelaron sorprendentes mecanismos de lavado de dinero en los que el stablecoin Tether desempeña un papel central.
La investigación comenzó con un informante anónimo que reportó actividades sospechosas de un tal D.K., previamente condenado por delitos relacionados con narcotráfico. Los agentes dirigieron su atención a su empresa S&C Trucking LLC, registrada en una dirección residencial en Milwaukee, donde no se observaban indicios de operaciones logísticas legítimas.
La propia dirección despertaba sospechas: cámaras de vigilancia exterior, persianas completamente cerradas y ausencia total de actividad visible apuntaban a una clásica base clandestina para operaciones criminales.
Un detalle que llamó especialmente la atención fue una camioneta negra Dodge Ram 2500 que D.K. utilizaba para transportes. Tras un seguimiento minucioso de sus rutas, las autoridades descubrieron una conexión directa con un gran cargamento de cocaína: 60 kilogramos de droga estaban ocultos en el vehículo, que según los documentos transportaba cable óptico.
El aspecto financiero del esquema criminal era igualmente sofisticado. En noviembre, los agentes rastrearon cómo un pasajero bajó de la camioneta de D.K. con una maleta y una bolsa llenas de dinero en efectivo hacia un banco JP Morgan Chase: 169.650 dólares fueron ingresados inmediatamente en la cuenta de la empresa Redzien LLC.
La investigación reveló la magnitud de la operación: las cuentas de Redzien en varios bancos procesaron transacciones sospechosas por un valor superior a 21 millones de dólares, abarcando 21 estados de EE. UU. El Bank of America incluso cerró algunas cuentas debido a evidentes sospechas de lavado de dinero.
El eslabón clave de esta red criminal era un empresario mexicano, L.E.O.T., vinculado a la empresa de inversiones Grupo Gueratti. Increíblemente, él mismo publicó su número de teléfono en Facebook* en un anuncio sobre un gato perdido, y esta imprudencia resultó ser la clave para desentrañar la red criminal.
Una fuente confidencial informó a los investigadores que en México el Tether se vende más barato que en otros mercados, porque es bien sabido que estos fondos provienen del narcotráfico. Los criminales crearon todo un esquema: comprar criptomonedas a bajo costo en México y revenderlas en Colombia a través de casas de cambio, plataformas virtuales y mercados P2P con un margen significativo.
Las transacciones con criptomonedas se realizaban mediante la plataforma Binance, donde solo una cuenta de L.E.O.T. manejó más de 15 millones de dólares. Una característica del esquema era la transferencia inmediata de fondos entre diferentes redes blockchain y el rápido cambio a diversas criptomonedas.
El mecanismo era tan bien elaborado que generalmente se completaba en menos de 24 horas: tras recibir los fondos, el titular de la cuenta los transfería de inmediato a otras redes, utilizando diversas criptomonedas, principalmente Ethereum. Binance incluso se vio obligada a excluir a algunos usuarios sospechosos.
En paralelo, se implementaron esquemas similares con otros carteles. Documentos del FBI confirmaron el lavado de 52 millones de dólares para el cartel mexicano de Sinaloa a través de corredores de criptomonedas.
El alcance internacional de estas actividades criminales queda demostrado con documentos que indican que fabricantes chinos de fentanilo recibieron pagos en bitcoins de narcotraficantes sudamericanos. Las criptomonedas permitían transferir cientos de miles de dólares a través de fronteras nacionales de forma inmediata.
Las propias plataformas intentan combatir estas prácticas. Binance afirma colaborar estrechamente con las fuerzas del orden, mientras que Tether asegura haber bloqueado aproximadamente 2 mil millones de dólares en transacciones sospechosas y haber asistido a 195 agencias de seguridad de 48 países.
Tether subraya que, a diferencia del dinero en efectivo, cada transacción con criptomonedas es completamente rastreable y puede ser bloqueada o transferida a las autoridades en cualquier momento. Según sus datos, ya han colaborado con 195 agencias de seguridad de 48 países y bloqueado transacciones sospechosas por un valor aproximado de 2 mil millones de dólares.
Sin embargo, la magnitud del problema es evidente: las criptomonedas no solo se han convertido en herramientas financieras, sino en todo un sistema económico paralelo al servicio del crimen internacional. Las tecnologías diseñadas para hacer que las finanzas sean más accesibles se están transformando paradójicamente en armas ideales para el mal.