«NO ACARICIAR»: un perro mecánico protege a Trump en Mar-a-Lago

«NO ACARICIAR»: un perro mecánico protege a Trump en Mar-a-Lago

El animal no está armado, pero sigue siendo peligroso.

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El Servicio Secreto de EE. UU. ha reforzado la seguridad de la residencia de Donald Trump en Mar-a-Lago de una manera inusual : la propiedad ahora es patrullada por un perro robot llamado Spot, fabricado por Boston Dynamics. En cada pata del guardián mecánico aparece el aviso "NO ACARICIAR".

Los videos del robot se viralizaron rápidamente en TikTok, generando reacciones encontradas entre los usuarios. Algunos lo encuentran adorable, mientras que otros lo consideran algo inquietante. El peculiar guardián incluso se ha convertido en tema de bromas en programas nocturnos de televisión en Estados Unidos.

La introducción del ayudante metálico al Servicio Secreto se relaciona con dos intentos de atentado contra Trump antes de las elecciones presidenciales. El primer incidente ocurrió en julio durante un mitin en Butler, Pensilvania, y el segundo en septiembre dentro del club de golf de Mar-a-Lago.

Ron Williams, exagente del Servicio Secreto y ahora director ejecutivo de la empresa de gestión de seguridad Talon Companies, señaló que la implementación de robots guardias en la propiedad se había planeado desde hace tiempo. La extensa superficie del lugar requiere vigilancia constante, y los ayudantes mecánicos pueden cubrir áreas mucho mayores en comparación con los humanos.

Los robots Spot son famosos por su maniobrabilidad: pueden subir escaleras, pasar por espacios estrechos e incluso abrir puertas. Cada unidad está equipada con varias cámaras que generan un mapa tridimensional del entorno, así como con otros sensores para diferentes propósitos. Además, pueden incorporar cámaras térmicas.

Su operación se realiza de forma remota mediante un joystick o de manera automática siguiendo una ruta programada previamente.

Los perros mecánicos carecen de las limitaciones de los seres vivos: no se distraen con ruidos, olores o estímulos visuales externos. Sin embargo, tienen un punto débil: según Missy Cummings, profesora de ingeniería de la Universidad George Mason, basta con rociar laca para el cabello en las cámaras del robot para inutilizarlas.

El costo de cada modelo ronda los 75,000 dólares. A pesar de su alto precio, dispositivos como este se están utilizando cada vez más en ámbitos militares y de seguridad pública en todo el mundo. Por ejemplo, en Pensilvania, un perro robot ayuda a los artificieros a inspeccionar objetos sospechosos.

La policía de Nueva York también ha incorporado perros mecánicos a su equipo, lo que ha desatado debates en la sociedad sobre si las autoridades están abusando de sus capacidades tecnológicas.

La profesora Cummings destaca una tendencia preocupante: la aparición de versiones armadas de estos robots. En una reciente conferencia de robótica, se discutió sobre un modelo chino equipado con armas de fuego. Sin embargo, los guardias de Mar-a-Lago no están armados.

Melissa Michelson, politóloga del Menlo College, compara estos sistemas con los pilotos automáticos en los vehículos. Al igual que con los coches autónomos, todavía es pronto para confiar completamente la seguridad a la automatización. En Mar-a-Lago, los agentes del Servicio Secreto trabajan junto con los asistentes mecánicos en el modo operativo habitual.

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