Cómo LignoSat resolverá el problema de los desechos espaciales.
Investigadores japoneses han enviado a órbita el primer satélite de madera del mundo, LignoSat , inaugurando una nueva era en el desarrollo de tecnologías espaciales ecológicas.
Este pequeño aparato en forma de cubo, con lados de 10 centímetros, fue creado gracias a la colaboración entre la Universidad de Kioto y la compañía forestal Sumitomo Forestry. El dispositivo fue transportado a la Estación Espacial Internacional a bordo de la nave de carga Dragon de SpaceX.
El lanzamiento se realizó el lunes por la noche (9:29 p. m. hora del este de EE. UU.) desde el Centro Espacial Kennedy. El cohete Falcon 9 colocó en órbita la nave Dragon con una carga de más de 6000 libras, que incluye equipo científico.
Para la fabricación del satélite, los ingenieros japoneses eligieron madera de magnolia, honoki, muy común en Japón. La estructura fue ensamblada utilizando técnicas tradicionales de carpintería japonesa sin tornillos ni pegamento. El material pasó por largas pruebas, incluido un experimento de 10 meses a bordo de la ISS.
Según Takao Doi, de la Universidad de Kioto, la madera podría convertirse en un material clave para la exploración espacial a largo plazo. "Utilizando madera que nosotros mismos producimos, podremos construir viviendas, vivir y trabajar en el espacio indefinidamente", declaró el científico en una entrevista con Reuters.
El vacío espacial crea condiciones ideales para las estructuras de madera, protegiéndolas de los efectos del agua y el oxígeno. Además, los satélites de madera son significativamente más ecológicos que los metálicos. Cuando un satélite metálico reingresa en la atmósfera de la Tierra, se desintegra y se quema, liberando partículas dañinas como óxido de aluminio. Estas sustancias contaminan la atmósfera y pueden dañar el medioambiente. Además, los fragmentos metálicos a menudo permanecen en órbita como basura espacial.
A diferencia de ellos, el satélite de madera debería quemarse completamente al reingresar en la atmósfera. Según Takao Doi, en el futuro, los satélites metálicos podrían prohibirse, y si esta primera versión de madera demuestra su eficacia, el equipo planea proponer la idea a SpaceX.
LignoSat pasará seis meses en órbita, donde se enfrentará a condiciones extremas. Cada 45 minutos, el satélite experimentará periodos de intensa luz solar y oscuridad total, lo que provocará cambios extremos de temperatura de -100 a +100 grados Celsius.
Uno de los principales objetivos del experimento es comprobar la capacidad de la madera para proteger los semiconductores de la radiación espacial. El nombre del satélite proviene de la palabra latina "ligno", que significa "madera".