Un 21% menos de pupitres vacíos: los robots gemelos devolverán a los escolares a las aulas

Un 21% menos de pupitres vacíos: los robots gemelos devolverán a los escolares a las aulas

En el Reino Unido han ideado un método interesante para combatir el ausentismo escolar.

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En el Reino Unido han encontrado una solución poco convencional para el problema del ausentismo escolar: recurrir a robots asistentes que permiten a los estudiantes asistir a clase de forma remota, estando en un lugar donde se sientan cómodos. Un proyecto piloto en Wirral, al norte de Inglaterra, ha dado resultados impresionantes: los estudiantes que solían faltar sistemáticamente a clases ahora asisten un 21% más a las lecciones.

La cantidad de ausencias en las escuelas británicas aumentó notablemente después de la pandemia. Los datos recientes del Ministerio de Educación pintan un panorama alarmante: aproximadamente 158,000 estudiantes en Inglaterra — alrededor del 2,1% del total — están ausentes en más de la mitad de sus clases. Este índice es más del doble de la estadística del año escolar 2018-2019, cuando aún no se hablaba de pandemia.

La parte técnica del proyecto está a cargo de los robots AV1 de la empresa noruega No Isolation. El principio es simple: el robot se coloca en el aula en lugar del estudiante, mientras el niño sigue lo que ocurre a través de una tableta, conectándose desde casa o desde una sala equipada en la escuela.

Los números hablan por sí mismos: los estudiantes no solo asisten más a las clases, sino que el tiempo que dedican al estudio ha aumentado en un 42% y su participación en la vida social de la clase se ha incrementado en un 40%. En Wirral destacan que los robots son una solución temporal, una especie de puente para ayudar a los niños a regresar gradualmente al formato de clases presenciales.

Anne Longfield, directora del Centro de Vida Juvenil y excomisionada de derechos infantiles en Inglaterra, señala que el ausentismo es un problema complejo y multifacético. Está convencida de que los métodos estándar son ineficaces y que es hora de dejar atrás el enfoque punitivo de los gobiernos anteriores.

Actualmente, el sistema de sanciones funciona de la siguiente manera: los padres cuyos hijos faltan a clases sin una razón válida deben pagar una multa de 80 libras esterlinas (unos 104 dólares). En caso de reincidencia en un plazo de tres años, la cantidad se duplica automáticamente a 160 libras. Incluso puede llegar a los tribunales, donde la multa podría alcanzar las 2500 libras.

Mark Mon Williams, de la organización Child of the North, ve más allá de las simples cifras. Según él, faltar a la escuela no solo afecta el progreso académico de los niños, sino que también los coloca en una zona de riesgo y les priva de oportunidades para un desarrollo integral.

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