La máquina del tiempo alienígena: cómo los extraterrestres corregirán los errores de la humanidad

En la comunidad científica, continúa el acalorado debate sobre la posibilidad de viajar en el tiempo a través de agujeros de gusano cósmicos. Este fenómeno , descrito por primera vez por Albert Einstein y Nathan Rosen en 1935, sigue fascinando a los científicos y generando numerosas teorías sobre su aplicación práctica.

Un agujero de gusano representa una estructura hipotética del espacio-tiempo que conecta dos regiones distantes del cosmos mediante un "túnel" particular. Teóricamente, este pasaje podría reducir significativamente el tiempo de viaje entre dos puntos en el espacio en comparación con una ruta convencional.

En 1962, Robert Fuller y John Wheeler descubrieron un grave inconveniente en la teoría: la inestabilidad del agujero de gusano de Einstein-Rosen. Según sus cálculos, el túnel se colapsaría antes de que una sola partícula pudiera atravesarlo. Sin embargo, Stephen Hawking y Kip Thorne propusieron una posible solución: la estabilización del agujero de gusano podría lograrse mediante una materia exótica con masa o energía negativa.

Curiosamente, existe una sustancia de este tipo, la llamada "energía oscura", cuyo efecto antigravitatorio provoca la expansión acelerada del universo. Sin embargo, los científicos aún no saben si es posible "extraer" esta energía oscura del espacio cósmico y darle forma en un agujero de gusano, ya que la naturaleza de este fenómeno sigue siendo un misterio.

La creación de un agujero de gusano estable podría abrir la puerta a los viajes en el tiempo gracias a una propiedad única: dentro de dicho pasaje, el tiempo fluye de manera diferente a como lo hace en el exterior. Un viajero que lo cruzara no notaría diferencia alguna en el tiempo al entrar y salir. Sin embargo, si un grupo de personas cerca de un extremo del agujero experimentara una ralentización del tiempo (por ejemplo, bajo el efecto de un campo gravitacional intenso), al atravesar el túnel se encontrarían en el futuro y podrían encontrarse con versiones envejecidas de sí mismos.

En esencia, este es uno de los escenarios más realistas para crear una verdadera máquina del tiempo. No obstante, en 1992, Stephen Hawking sugirió que las propias leyes de la física podrían impedir la alteración del flujo temporal. La validez de su hipótesis aún no se puede comprobar, ya que se requiere una teoría aún inexistente que una la mecánica cuántica y la gravedad.

Si alguna vez llegaran visitantes alienígenas a la Tierra, usando agujeros de gusano para viajes superlumínicos, esto automáticamente refutaría la hipótesis de Hawking y probaría la posibilidad de viajar en el tiempo. Su avance tecnológico tendría un impacto significativo en el desarrollo de la teoría de la gravedad cuántica y plantearía serias cuestiones éticas.

Por ejemplo, ¿deberíamos pedir acceso a su máquina del tiempo para prevenir tragedias históricas como el Holocausto? Nuestra intervención podría salvar millones de vidas.

Reflexionando sobre las prioridades en el uso de los agujeros de gusano, los científicos tienden a pensar que corregir las tragedias históricas es más importante que realizar expediciones interestelares. Después de todo, sabemos bien qué catástrofes del pasado deberían evitarse, pero aún no tenemos claro qué rincones del cosmos merecen realmente nuestra atención.

Las tecnologías de los alienígenas altamente desarrollados podrían acelerar radicalmente el avance de la ciencia terrestre. En el último siglo, hemos logrado grandes descubrimientos en mecánica cuántica y teoría de la relatividad, pero estos son solo los primeros pasos hacia la comprensión del funcionamiento del universo.