La gran astucia china: cómo Huawei superó las sanciones estadounidenses

La gran astucia china: cómo Huawei superó las sanciones estadounidenses

Los fabricantes del gigante asiático encuentran nuevas formas de superar el bloqueo tecnológico.

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La compañía china Huawei sigue accediendo a microchips prohibidos a pesar de las sanciones de Estados Unidos. Los legisladores estadounidenses están alarmados por una extensa red de empresas intermediarias que ayudan al gigante tecnológico a eludir las restricciones.

El presidente del comité especial sobre China, John Moolenaar, y el miembro destacado del comité, Raja Krishnamoorthi, enviaron una carta a la secretaria de Comercio de EE. UU., Gina Raimondo. En el documento expresaron su seria preocupación por las actividades de varias organizaciones, incluidas Pengzinzu, SwaySure Technology y Qingdao Si'En, que presuntamente forman parte de una red secreta de proveedores para Huawei.

Les preocupa especialmente el hecho de que la compañía haya lanzado recientemente un nuevo teléfono inteligente con un procesador de siete nanómetros fabricado por SMIC (Semiconductor Manufacturing International Corp). Esto representa un avance tecnológico significativo que difícilmente podría haberse logrado sin desarrollos estadounidenses.

Estados Unidos y sus aliados impusieron anteriormente restricciones severas a la exportación de chips avanzados y equipos de fabricación a China. Además, estas prohibiciones se endurecen continuamente. Empresas como Applied Materials y ASML Holding también han sido sancionadas. Sin embargo, al parecer, estas medidas han sido poco efectivas.

Las empresas chinas muestran ingenio en la búsqueda de vías alternativas. Por ejemplo, acceden a potentes chips Nvidia A100 y H100 a través de los servicios en la nube de Amazon Web Services. Moolenaar y Krishnamoorthi subrayaron en su carta la necesidad de intensificar los controles: "Debemos seguir esforzándonos para privar por completo a Huawei y a empresas similares del acceso a las tecnologías estadounidenses".

No obstante, la situación se complica debido a los intereses económicos de los fabricantes occidentales. Por ejemplo, la empresa holandesa ASML, un productor clave de equipos para la fabricación de microchips, obtiene alrededor de una quinta parte de sus ingresos de clientes chinos.

Además, Estados Unidos tardó mucho tiempo en implementar las nuevas restricciones, lo que permitió a los competidores abastecerse de una gran cantidad de equipos avanzados antes de que las sanciones entraran en vigor.

Pekín ha criticado duramente la postura de Estados Unidos de manera oficial. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, declaró en una conferencia de prensa que Washington "exagera el concepto de seguridad nacional, crea barreras y socava la cooperación saludable entre los dos países".

El Departamento de Comercio de EE. UU. confirmó que ya ha recibido la carta de los congresistas y prometió responder en breve.

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