Investigadores han encontrado al culpable de tres siglos de inquisición.
Un grupo de investigadores ha arrojado luz sobre el misterioso fenómeno de la "caza de brujas" masiva en Europa entre los siglos XV y XVIII. Se ha descubierto que el principal catalizador de estas brutales persecuciones fue el libro Malleus Maleficarum ("Martillo de las Brujas"), escrito en 1487 por el monje dominico Heinrich Kramer.
Durante tres siglos, alrededor de 90.000 personas (principalmente mujeres) fueron sometidas a juicios por brujería. La mitad de ellas fueron ejecutadas de manera inhumana: quemadas en la hoguera, lanzadas desde acantilados o sometidas a horribles torturas.
Los investigadores señalan que la creencia en la magia existió durante siglos, pero la inquisición como tal comenzó de forma repentina y se propagó con una crueldad sin precedentes. Todos estos eventos coincidieron con la aparición del primer manual impreso para cazadores de brujas.
En su obra, Kramer presentó la brujería como una actividad conspirativa contra la sociedad piadosa, y no como simples travesuras de curanderas rurales o campesinos ignorantes. El libro recibió el respaldo de papas e imperadores, lo que impulsó a las autoridades a eliminar todas las restricciones legales contra la persecución de los herejes.
Los autores del estudio realizaron un extenso análisis de los juicios por brujería en 553 ciudades de Europa Central entre 1400 y 1679. Los resultados mostraron un patrón claro: la ola de acusaciones de brujería surgía inmediatamente después de cada nueva edición del Martillo de las Brujas.
La expansión de la inquisición seguía una lógica geográfica y temporal. Cuanto más cerca estaba una ciudad del lugar de publicación del libro, tanto en espacio como en tiempo, más rápido comenzaban allí las ejecuciones. Las localidades que tenían vínculos estrechos con regiones donde ya se llevaban a cabo juicios también tendían a iniciar sus propias persecuciones.
Los científicos llamaron a este fenómeno "difusión ideológica". Al igual que se propaga una epidemia, las ideas del Martillo de las Brujas se transmitían de ciudad en ciudad. Así, el libro fue el catalizador, y los lazos sociales fueron el conducto para la histeria colectiva que envolvió a Europa durante varios siglos.
Kerice Doten-Snitker, una de las autoras del estudio, destacó: "Las ciudades no tomaban estas decisiones de forma aislada. Observaban las acciones de sus vecinos y aprendían de sus ejemplos".
Los científicos no encontraron una fuerte correlación entre la caza de brujas y factores como desastres ecológicos o conflictos religiosos, que anteriormente se habían considerado posibles causas. También trazan paralelismos con la actualidad, señalando que hoy en día los gobiernos adoptan nuevas políticas de manera similar. Todo comienza con ideas que luego se refuerzan a través de las redes sociales, cambiando gradualmente las opiniones de la sociedad.